Rito umbanda aparece en la foja de los acusados

TRIPLE CRIMEN DE SAN VICENTE

BUENOS AIRES (Télam).- Los acusados del triple crimen de San Vicente consultaron a un pai umbanda para tratar de encontrar 10 millones de dólares estadounidenses que, según una leyenda familiar, el fabricante de zapatos «Pepe» Cantero había enterrado en la quinta donde ocurrieron los asesinatos.

En tanto, el fiscal platense a cargo del caso, Marcelo Martini, si bien reveló que no cree que los asesinatos se cometieron sólo por dinero, adelantó ayer que de confirmarse que el móvil del triple crimen fue obtener ese botín supuestamente enterrado en la vivienda, ordenará excavaciones para buscarlo.

Es más, varios psiquiatras consultados durante todo el día por medios de comunicación coincidieron en que es muy difícil que un fin económico motive a un hijo a matar a su padre y que la explicación debe buscarse en problemas psíquicos.

Según reveló el comisario Néstor Faidutti, segundo jefe de la Delegación de Investigaciones (DDI) de La Plata, Canteros y Muñóz habían consultado a un pai umbanda para que los orientara en la búsqueda del dinero.

«Al parecer, el pai les había indicado que el dinero estaba enterrado en el jardín de la quinta de San Vicente», explicó el comisario, agregando que el pai «hasta el momento no está involucrado» en los crímenes, aunque podría ser llamado a declarar, y añadió que el umbandista «quería cobrarle a los detenidos una 'comisión' de 50 mil dólares si encontraban el dinero».

En tanto, el juez de Garantías de la Plata César Melazo convirtió en detenciones formales las aprehensiones de Alex Canteros, de 18 años, y su amigo Gustavo Muñoz, de 31, los dos homicidas según la fiscalía.

El fiscal Martini fue categórico respecto a sus sospechas: «Estoy convencido que los autores del hecho fueron el hijo (del dueño de la casa, Jorge Canteros), Alex, y su amigo (Gustavo) Muñoz», dijo. Según Martini, el caso quedó esclarecido el martes con el hallazgo del arma presuntamente homicida en la casa de Muñoz, y de un casquillo de bala en la mesa de luz de Alex Canteros, además del testimonio de los integrantes de una pareja -ahora investigada-, que fueron utilizados para apoyar la coartada de los acusados respecto a que la noche del crimen estuvieron en Temperley.

«Ellos -por los acusados- montaron toda una coartada, son mentes enfermas que evidentemente tienen problemas que uno no puede evaluar, es más tarea para un psiquiatra o un psicólogo», manifestó el fiscal.

Alex Canteros fue trasladado ayer a La Plata para ser indagado por el fiscal Martini, pero hasta pasadas las 20 su defensor oficial, José Luis Villada, aún leía el expediente y se esperaba que le aconsejara negarse a declarar.

Su amigo y presunto cómplice, Muñoz, continuó ayer internado en terapia intensiva pero fuera de peligro en el Hospital de San Vicente, luego de que ayer intentara degollarse en un baño de su casa luego de que la policía fuera a buscarlo. Los médicos creen que el viernes estará en condiciones de ser indagado.

El triple crimen ocurrió el sábado pasado por la noche y la investigación se inició cuando Alex Canteros denunció a la policía que había encontrado en su casa a su padre Jorge Canteros, de 51 años, a su abuela Norma de Canteros, de 78, y a la pareja de su papá, Giselle Minod, de 34, asesinados. Todas las víctimas tenían un balazo en la cabeza y acababa de terminar de cenar. La primera hipótesis fue el robo, pero los investigadores sospecharon desde un principio porque no había señales de violencia y los perros no ladraron.

La historia de los 10 millones

La historia que indicaba que había 10 millones de dólares enterrados en esa casaquinta la había difundido la abuela asesinada de uno de los detenidos, Norma de Canteros.

Según reveló el comisario Néstor Faidutti, Canteros y Muñoz habían consultado a un pai umbanda para que los orientara en la búsqueda del dinero.

«Al parecer, el pai les había indicado que el dinero estaba enterrado en el jardín de la quinta de San Vicente», explicó Faidutti, y añadió que «se encontraron dos zonas con tierra removida, lo que indica que estuvieron cavando» y también «un tercer lugar marcado con un palito a pasos de un árbol de mandarinas».

«La historia que descubrimos indica que Pepe Cantero (abuelo de Alex, fabricante de zapatos y ya fallecido) en un momento en que la familia tenía problemas económicos, fue a la quinta de San Vicente y volvió con mucho dinero», recordó el jefe policial.

Faidutti explicó que a partir de esa anécdota, la abuela asesinada «siempre comentaba» que en la casa había dinero «como para que todos puedan vivir sin trabajar», aunque aclaró que el hijo de Pepe, Jorge Cantero, una de las tres víctimas del triple crimen, «no creía en esa leyenda». (Télam)

Vecinos quieren el «tesoro»

La policía tuvo que reforzar ayer tarde la custodia en la quinta de San Vicente donde se cometió el triple crimen, luego de enterarse que los vecinos quieren ingresar para buscar 10 millones de dólares que creen enterrados en el jardín.

Voceros de la comisaría primera de San Vicente informaron que «se reforzó la custodia» en la quinta donde ocurrieron los asesinatos «para que no puedan ingresar los vecinos» que desean encontrar el dinero supuestamente enterrado.

«Hay personal policial en forma permanente en la quinta, que es una propiedad privada, y además hay más efectivos dispuestos a actuar inmediatamente si alguien intenta ingresar a la quinta para cavar y tratar de encontrar el «tesoro», dijeron los voceros. (Télam)


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