River apabulló a un

Como se preveía, Salas está desgarrado

Fue un 4 a 0 para un final anunciado, tanto de la definición de la serie como de Oscar Ruggeri. Un final, para el técnico, como suelen ser todos ellos: sin grandeza, con el sonido de la indiferencia Independiente se quedó sin técnico y ayer pareció quedarse sin alma.

Por más que los rumores vuelven a acercar a Gallego a Avellaneda, es difícil entender la dinámica de un club que cambia de entrenador por tercera vez en un lapso de cuatro meses. Eso se notó anoche en el equipo, que bien pudo caer por una goleada obscena ante un River que luce algo más tranquilo, y que contra Independiente suele despacharse con furia, como si todo aquello que no puede generar contra otros equipos, incluso más débiles, resuelve realizarlo ante el club de Avellaneda.

Pese a que por momentos el partido tuvo ritmo de trámite para River, el equipo de Núñez se encontró con una goleada a la que llegó más por la dinámica propia del partido que por una búsqueda voraz de ella. En rigor, enfrente tuvo a apenas el eco de un equipo, a once hombres que salieron a la cancha sin su líder, por más que este observaba desde el banco.

El primer gol llegó de un error del arquero que Ruggeri prefirió en lugar de Islas. Luego River golpeó con Ludueña y una definición con categoría, tras un buen pase de Coudet. En ese primer tiempo siempre fue más Ya en el segundo River siguió siendo enormemente superior. Cuando llegó el tercero River ya merecía el cuarto, que tampoco tardó en llegar y fue lo mejor de la noche, con una gran pisada de Coudet -lo mejor del campo- y una definición de Husain.

River no tuvo piedad con el atribulado Independiente, que pide a gritos por un cambio en sus entrañas. El equipo de Pellegrini, que hace una semana no estaba muy lejos de los problemas de su rival de anoche, disfruta en cambio otra vez de la siempre esquiva sonrisa de los triunfos.

Buenos Aires (Télam). Lo que tanto se temía era cierto nomás. Marcelo Salas sigue con la suerte esquiva: se volvió a desgarrar, en la misma pierna, por lo que deberá purgar al menos un mes fuera de las canchas. El médico Luis Seveso confirmó que la lesión que sufrió el delantero es «un desprendimiento de la cicatriz del desgarro en el bicéps femoral derecho» que sufrió en el empate con Banfield.

El médico de River no pudo determinar el tiempo exacto en que el delantero chileno estará inactivo. Seveso, además, se mostró muy molesto por el manejo en los medios de prensa en torno a la gravedad de la lesión de Salas, quien ayer empezó con un tratamiento de fisioterapia. «Fue una locura lo que se publicó y habló. No hubo ningún tipo de misterio»


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