Ríver mereció algo más que el empate
El "Millo" tuvo chispazo de muy buen fútbol. Newell"s hizo el negocio con el reparto de puntos. Lo más preocupante es la lesión de Cavenaghi.
BUENOS AIRES (DyN) – Pese a buscar siempre la victoria y mostrar algunos lapsos de buen fútbol, Ríver Plate debió conformarse con apenas igualar sin goles ante un entusiasta Newell»s Old Boys, que se llevó el empate que vino a buscar al «Monumental» y en los últimos cinco minutos casi se queda con los tres puntos.
Al margen del resultado, Ríver tuvo un par de noticias negativas en el debut oficial del chileno Manuel Pellegrini como técnico del equipo: sufrió la expulsión del paraguayo Celso Ayala a los 44 minutos del primer tiempo y la lesión en la rodilla izquierda de su goleador Fernando Cavenaghi, quien debió salir reemplazado a los 24 de la etapa final y podría perderse al menos los próximos dos partidos.
El último campeón no pudo con Newell»s, es cierto, pero exhibió una ambición ofensiva que se mantuvo inalterable aún después de la roja que vio Ayala y que le reporte más alegrías que sinsabores a lo largo del torneo.
El esfuerzo físico de todos puesto a las órdenes de un sistema claramente conservador y fundamentalmente la muy buena actuación de Oscar Passet le permitieron a Newell»s darse un pequeño gusto y comenzar el Apertura con un resultado alentador.
Los primeros 20 de Ríver fueron una sinfonía de toques en velocidad, presión permanente sobre el rival y firme actitud ofensiva. En ese lapso, el local «borró» a Newell»s de la cancha y escribió un monólogo al que sólo le faltó el gol -ni más ni menos- para deleitar a la multitud que lo acompañó.
El 4-2-2-2 diseñado por Pellegrini, con Víctor Zapata en su nueva función de «doble cinco», le provocó enormes problemas a la defensa rosarina.
Ariel Garcé y Ricardo Rojas trepaban por los laterales, Eduardo Coudet aprovechaba al máximo su nueva función con muchas menos responsabilidades defensivas y lastimaba continuamente por el sector derecho, y Alejandro Domínguez, el «Chori», se tornaba incontenible con su gambeta endiablada y sus pases inteligentes.
No se habían cumplido diez minutos y Damián Alvarez, el reemplazante del suspendido Andrés D»Alessandro, ya había dilapidado dos mano a mano, en ambos casos tras sendas asistencias de Domínguez. En el primero la tiró afuera y el segundo se lo tapó Passet, el mejor de su equipo.
Sobre los 12, el arquero se quedó con un cabezazo del «Chori» y, al minuto siguiente, un tiro de Fernando Cavenaghi desde ángulo cerrado se fue rozando el palo.
La producción de Ríver decayó a partir de los 20, en consonancia con un período de intermitencia futbolera del «Chori». Más aliviado, Newell»s se animó a sacar algunos contragolpes a los que les faltó justeza en los últimos metros para prosperar.
Las llegadas de Ríver ya no tuvieron la claridad anterior y el desarrollo se hizo más equilibrado. Eso sí: los dirigidos por Julio Zamora recién crearon peligro a los 42, cuando Comizzo se quedó con un cabezazo de Crosa.
Antes del cierre, Ayala lo bajó innecesariamente al intermitente Damián Manso estando amonestado y Angel Sánchez le sacó la roja.
El hombre de más le otorgó mayor confianza a Newell»s, que se adelantó unos metros en los 45 minutos finales. El juego se tornó más trabado y deslucido, aunque siempre con un leve predominio de Ríver.
A los 32, Maximiliano López, quien ingresó por Cavenaghi, se llevó por delante en el área chica un centro de Coudet y la pelota se fue alta.
Newell»s tomó nota de que Ríver comenzó a sentir el trajín y en los cinco finales estuvo cerquita en tres ocasiones: en dos de ellas, Rojas salvó ante Sacripanti y Domínguez, y en la restante, Comizzo contuvo un remate del ingresado Nicolás Saucedo.
El «Chori» y Zapata fueron los destacados
Angel Comizzo (6): en líneas generales cumplió un trabajo acertado. Respondió con seguridad en casi todas sus intervenciones.
Ariel Garcé (5): jugó un buen primer tiempo, en el que se proyectó al ataque con criterio. En la etapa final ya no pasó tanto a posiciones ofensivas y se mostró un poco más vulnerable en la marca.
Celso Ayala (4): se hizo expulsar tontamente y dejó a su equipo con un hombre menos a los 44 minutos del primer tiempo. Antes, había cumplido un correcto trabajo.
Martín Demichelis (6): bien en el primer tiempo y mejor en el segundo, cuando pasó a desempeñarse como último hombre ante la ausencia de Ayala. Se dio tiempo para pasar a posiciones ofensivas.
Ricardo Rojas (6): en los últimos cinco minutos salvó dos pelotas de gol, una de ellas en la línea. En varias ocasiones fue salida por su lateral.
Eduardo Coudet (6): sus trepadas por derecha complicaron casi siempre a la defensa rosarina, aunque en la etapa final se le nubló un poco la vista e ingresó en la confusión que invadió a muchos de sus compañeros.
Guillermo Pereyra (5): una tarea irregular. Mejor en el primero que en el segundo.
Víctor Zapata (7): cumplió con creces en su debut como «doble volante tapón». Se cansó de quitar pelotas y cuando su equipo más lo necesitaba se desenganchó para crear peligro en ataque. Incansable.
Damián Alvarez (5): intermitente. Alternó algunas intervenciones positivas con imprecisiones y lagunas en el juego.
Alejandro Domínguez (7): en los primeros veinte minutos fue el jugador más desequilibrante de la cancha. Punzante e inteligente, de él dependieron los mejores momentos de Ríver.
Fernando Cavenaghi (5): lo abastecieron poco con claridad. Entró en juego mucho menos de lo aconsejable, pero a cambio ofreció la generosidad de siempre para mostrarse como opción de descarga. Su lesión preocupa a todo Ríver.
Juan Pablo Raponi (5): buscó y se mostró siempre, pero le faltó un poco de claridad.
Pellegrini lamentó los dos puntos
BUENOS AIRES (DyN) – El entrenador de Ríver Plate, el chileno Manuel Pellegrini, dijo haber quedado conforme con el rendimiento de su equipo en el empate sin goles ante Newell»s, pero reconoció estar preocupado por los dos puntos perdidos como local.
«La preocupación está en el sentido de que se dejan escapar dos puntos de local. Siempre hay que tratar de conseguirlos porque hay veces que los campeonatos se ganan o se pierden por uno o dos puntos, y ahí está la ventaja que dimos: dejamos escapar dos puntos jugando de local», se lamentó Pellegrini una vez consumado su debut oficial.
El chileno resaltó que sus dirigidos jugaron un primer tiempo más que interesante, en el que «la gente aplaudió mucho al equipo», lo cual habla a las claras -agregó- de «la aceptación» que hubo para con los suyos de parte de la gran cantidad de gente que presenció el estreno del último campeón doméstico.
«Tuvimos cuatro mano a mano en todo el partido, pero fallamos en la definición», expresó en una conferencia de prensa en la que se lo vio con la serenidad de siempre.
Pellegrini afirmó que «siempre se intentó llegar al arco de enfrente» y, a modo de balance, sostuvo que «independientemente del resultado, me voy más que conforme con el rendimiento del equipo».
El técnico asintió cuando un periodista le dijo que en el comienzo del partido su equipo exhibió «una mezcla de brillantez y plasticidad», a la vez que ponderó la actitud agresiva del conjunto «millonario».
«Pudimos lograr lo que siempre le pido al equipo, que es presionar en campo contrario y crear un volumen ofensivo importante en cantidad. Siempre a ese caudal hay que tratar de ponerle calidad y creo que el equipo la tuvo, y en varios pasajes también tuvo muchas variantes», comentó.
Pellegrini negó que en la etapa final Ríver haya atenuado su interés por quedarse con el triunfo y dijo que el quedo se debió al esfuerzo realizado anteriormente.
«En el segundo tiempo no estuvimos apagados. Lo que pasó fue que tuvimos un jugador menos (por la expulsión de Celso Ayala), y eso es distinto, sobre todo frente a un equipo que no salió al frente a tratar de ganar el partido», refirió.
«Por eso es muy difícil tratar de hacer más de lo que hizo Ríver a pesar de que en el principio nos perdimos un par de oportunidades de gol. Después comenzamos a sentir el cansancio y el esfuerzo físico que habíamos realizado durante ese primer tiempo», abundó.
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