Robaron joyas en una casa del Puerto San Antonio Este

Sospechan que fue un solo autor y que éste conocía la vivienda

PUERTO SAN ANTONIO ESTE (ASA).- Las joyas de la esposa del propietario de un local que funciona como despensa y carnicería, ubicado frente a la subcomisarÍa de la villa portuaria, fueron robadas ayer por un malviviente que ingresó a la casa lindera al comercio por un ventiluz.

Pese a que no hay detenidos, la policía sospecha que sólo una persona de contextura delgada habría sido la autora del robo, y debido a que sólo se llevaron las alhajas que estaban en el interior de la mesa de luz de la dueña de casa, investigan a un nutrido grupo de ex empleados del comercio, que podrían tener conocimiento de la existencia de las joyas y del lugar donde se guardaban.

El hecho ocurrió ayer entre las 6 y las 8.30, el lapso durante el cual el dueño del negocio abandonó el lugar para dirigirse a San Antonio Oeste para comprar mercadería para su comercio, como usualmente realiza.

Como su esposa se hallaba en Bahía Blanca, su casa, que está comunicada por un pequeño patio interno con el local, quedó deshabitada. «La denuncia fue radicada por el propietario cerca de las 9, ya que cuándo regresó de SAO encontró la habitación matrimonial desordenada y constató la ausencia de las alhajas, que guardaban ocultas en un envoltorio en una de las mesas de noche», explicó el subcomisario Aníbal Lillo.

Como un estrecho ventiluz de la vivienda que da al patio interno del local poseía el mosquitero roto, los uniformados sospechan que esa fue la vía de acceso del malviviente, que ingresando por los fondos de la casa se introdujo luego a través de esa pequeña abertura en el interior del lugar.

«Por las huellas halladas sospechamos que sólo fue una persona. Evidentemente el autor fue en busca de estas piezas, ya que hasta ahora no se ha detectado otro faltante ni de la casa ni del comercio, y la caja registradora está intacta», manifestó Lillo.

Según el subcomisario, «las alhajas robadas son entre 10 y 15, ya que por lo denunciado había cadenas, pulseras, relojes, broches y pedrería que más allá de su valor real poseían un gran valor sentimental, porque habían pertenecido a los ancestros de la esposa del comerciante».

Pese a que el local, ubicado en la intersección de las calles Saco viejo y Primeros pobladores, se encuentra justo enfrente del destacamento policial, los uniformados no detectaron ningún movimiento inusual durante la mañana del hecho.


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