Robaron y destruyeron equipos en la salita de El Frutillar

Repudiable ataque al centro de salud del populoso barrio barilochense.

Toncek Arko

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Desconocidos ingresaron al Centro de Salud del barrio El Frutillar y robaron instrumental médico y valiosos elementos. Además, dañaron importante equipamiento. El hecho causó profunda indignación entre el personal y los vecinos. La responsable del Centro de Salud, la doctora Natalia Kerz, reconoció que estaba “impactada” y destacó que es la primera vez que roban “en la salita, como le dicen en el barrio”. Explicó que el robo debió ocurrir el sábado y que los autores ingresaron por una ventana de la cocina tras arrancar una reja. El domingo a las 14 fueron al Centro ubicado en la calle Chocorí 4065 y constataron los daños, luego de que los alertaran desde la junta vecinal. Recordó Kerz que al entrar encontraron gran desorden y luego constataron que habían robado dos otoscopios y un oftalmoscopio que “habíamos comprado este año y que usábamos para realizar el fondo de ojos de los bebés y niños pequeños”. También se llevaron el oxímetro de pulso que se necesita mucho en la época de la bronqueolitis y se había adquirido el año pasado. La doctora lamentó que los autores además dañaron una heladera portátil que usan para transportar las vacunas y además se llevaron una impresora y un módem de administración y los dos matafuegos. También robaron medicamentos y destruyeron medicación que había en ampollas de vidrio, igual que un termómetro digital de otra heladera donde conservan las vacunas. Hurtaron tres cajas con 12 kilos de leche cada una, que estaba destinada a niños del barrio. La médica estimó que las pérdidas ascienden a unos 18.000 pesos. “Estamos defraudados porque es un centro que usa la misma gente. Los que ingresaron seguramente nos conocen, saben qué estamos haciendo”, sostuvo. El Centro de Salud, que funciona desde la década del ochenta, atiende hoy entre 60 y 80 pacientes diarios. Ayer, no funcionó porque la policía realizó las pericias de rigor, aunque atendieron a los vecinos que llegaron en la cocina de la sede de la junta vecinal, que está al lado.


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