Roca: denuncian excesos policiales

ROCA (AR).- El Observatorio de Derechos Humanos se quejó ante la Justicia por los obstáculos que interponen policías de Roca a sus intentos por asistir legalmente a detenidos que están internados en el hospital local.

La presentación fue realizada días atrás ante la fiscal Ana Benito, según informó Alejandro Jaramillo, asistente del organismo rionegrino dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

El reclamo está centrado en la imposibilidad que tuvieron hasta días atrás de visitar a Gustavo Castillo, un interno de la alcaidía roquense que permanecía alojado en el «Francisco López Lima».

De acuerdo al relato realizado por Jaramillo, personal del BORA que custodiaba la habitación les negó el acceso al detenido, argumentando el cumplimiento de una orden de la Cámara Primera de Cipolletti, que supuestamente había decidido dejarlo incomunicado.

El integrante del Observatorio afirmó que más tarde pudieron saber que los magistrados cipoleños nunca habían emitido una resolución en ese sentido, por lo tanto entendió que hubo un exceso en las atribuciones de los uniformados.

Ocurre que la intención de la visita era precisamente asesorar Castillo en la presentación de un hábeas corpus para lograr la atención médica que la Policía no le brindaba en la cárcel de encausados roquense.

El joven está detenido desde mediados del año pasado, luego de un operativo en el que cruzó disparos con efectivos de una unidad de Cipolletti y una bala alcanzó una de sus piernas. Jaramillo relató que los perjuicios físicos se incrementaron a raíz de la ausencia de un correcto tratamiento e incluso existe el riesgo de que el detenido sufra una amputación.

La función del Observatorio en este caso es la de asistir al detenido en el inicio de acciones judiciales para que se respete su derecho a la salud, pero los contactos personales que intentaron establecer cuando estaba internado en el hospital fueron negados por la policía.

Días atrás, luego de las quejas ante la Justicia, Castillo fue derivado al centro público de Cipolletti, donde los miembros de Derechos Humanos sí pudieron visitarlo.

No obstante este avance, Jaramillo indicó que allí se enteraron de una grave acusación por parte del detenido hacia los policías roquenses que lo custodiaban: el preso aseguró que en más de una oportunidad ingresaban a la habitación y al verlo postrado se reían en su rostro y hasta le manifestaron deseos de que le amputen la pierna herida.