Roca: reclaman al municipio dinero que ya pagó

ROCA (AR).- El municipio roquense afronta hoy un juicio que podría hacerle perder más de 100.000 pesos por graves fallas en los controles de pagos a proveedores.

Se trata de una demanda tramitada en el Juzgado Civil 3, promovida por una de las socias de la firma que se encargó del tratamiento de residuos hasta enero de 1999.

La mujer, Stella Maris Alvarez, reclama 83.766 pesos más intereses y costas, por el servicio prestado en octubre noviembre y diciembre de 1998.

El problema es que en el municipio aseguran que ese dinero ya se pagó, precisamente a los socios de la demandante, representantes de la firma Pascual Ferrante e Hijo S.A.

El día clave en este conflicto que deben resolver ahora los abogados de la comuna es el 1 de diciembre de 1998, una semana antes de que Miguel Saiz entregara el control del municipio a Ricardo Sarandría.

Según consta en el expediente al que tuvo acceso «Río Negro», esa mañana se presentaron responsables de Pascual Ferrante e Hijo S.A. en el municipio para cobrar los 27.922 pesos correspondientes al servicio de tratamiento y disposición final de los residuos sólidos domiciliarios de Roca que habían prestado en octubre de ese mismo año. Desde la Dirección de Contabilidad y Finanzas -bajo la responsabilidad de Luis Canderán- se libró el pago.

Apenas unas horas después, pero en la mesa de entradas de la comuna, ingresó un escrito datado el 23 de noviembre de 1998 en Bariloche, en el que se dejaba constancia la cesión de la cobranza de la totalidad de las facturas pendientes y a vencerse desde Pascual Ferrante e Hijo S.A. hacia Stella Maris Alvarez.

Demasiado tarde. Los representantes de la primera empresa ya se habían llevado el dinero.

Sin embargo, lo más grave todavía no había ocurrido.

De acuerdo a la defensa que presentaron los asesores legales del municipio, la misma firma que había comunicado la cesión de sus derechos volvió a presentarse dos veces más en la municipalidad de Roca, para exigir los pagos de noviembre y diciembre de 1998, ambos de 27.922 pesos.

La última presencia fue el 26 de enero de 1999, pero los dos meses que habían pasado desde el aviso de transferencia en lo cobros pendientes no fueron suficiente para que en Contabilidad y Finanzas se dieran cuenta que no debían darles un solo peso.

La ingrata sorpresa llegó cuando Stella Maris Alvarez reclamó por sus 83.766 pesos, amparándose en el documento firmado ante escribano público que la hacía acreedora de los montos adeudados por la comuna roquense a sus socios.

El proceder de la empresaria fue lógico: le dijeron que no recibiría el dinero y comenzó el reclamo a través de la justicia. El municipio recibió la cédula de notificación el 19 de marzo del año pasado.

El 29 de abril se presentó una contestación a la demanda, en la que negaron los hechos descriptos por Alvarez y aseguraron que la presentación del escrito en el que informaron la cesión de derechos el mismo día que se había cobrado la cuota de octubre de 1998 se trató de un intento por «engañar al municipio en su buena fe».

La causa todavía no llegó a su instancia definitiva, pero funcionarios locales que están al tanto del caso aseguraron a este diario que se sienten víctimas de una nueva modalidad del cuento del tío (ver aparte).

Lo que no pueden explicar son sólidos argumentos esos mismos funcionarios es cómo se autorizaron dos pagos a una firma que hacía dos meses había notificado a la comuna que una tercera cobraría sus acreencias.

Tampoco se entiende cómo el Tribunal de Cuentas del municipio no advirtió que las erogaciones autorizadas desde Hacienda eran irregulares.

Ahora sólo resta esperar la resolución del caso en la Justicia, mientras en el municipio abunda el pesimismo y más de uno afirma que el Estado pagará dos veces el mismo servicio.

Nota asociada: «Lamentablemente fallaron los controles»  

Nota asociada: «Lamentablemente fallaron los controles»  

Nota asociada: «Lamentablemente fallaron los controles»