Roca resiste la elevación de la Ruta 22
Los principales detractores de la idea argumentan que una autopista por arriba acabará con la actividad comercial y turística todavía incipiente en la ciudad.
A pesar de que muchos ya lo dan como un hecho consumado, la elevación de la Ruta 22 en su paso por Roca suma voces en contra tanto desde la parte comercial de la ciudad, como de las autoridades municipales y de algunos vecinos que han comenzado a mostrar su disconformismo con el proyecto a través de las redes sociales y de distintos medios gráficos.
Consultada sobre el tema, la titular de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio (CAIC) de Roca, Mabel Szerman, expresó que “los comerciantes seguimos con la misma posición, no apoyamos para nada la Ruta 22 elevada en los accesos a la ciudad. Además nos gustaría una investigación de por qué pasaron tantos años y no se resolvió el tema de la ruta”.
El ensanche de la Ruta 22 se comenzó a analizar en el 2004 en un encuentro de intendentes de la región, que solicitaron implementar las obras tendientes a la remodelación y/o ampliación de la RN 22 entre Chichinales y Barda del Medio, a fin de “lograr una solución definitiva a los problemas de transitabilidad” que presentaba -y presenta- esta vital arteria que atraviesa el valle de Río Negro.
En aquella oportunidad, en el acta acuerdo que firmaron los jefes comunales de Allen, Cervantes, Cinco Saltos, Cipolletti, Cordero, Mainqué, Huergo, Roca, Fernández Oro, Godoy, Villa Regina y Chichinales, más el secretario de Obras y Servicios Públicos de Río Negro, Osvaldo Mildenberger, se resolvió trabajar sobre la actual traza de la Ruta Nacional y se solicitó expresamente que “las obras que se realicen en el ámbito de cada jurisdicción contemplen los respectivos accesos a las localidades, tanto desde la vía principal, como de las colectoras, en caso de que así corresponda y en forma consensuada”. Justamente este punto, el de consensuar sobre cómo quedarán los accesos a cada localidad es lo que hoy se cuestiona en Roca, ya que según sostienen los sectores consultados, la mayoría no está de acuerdo en que la traza principal pase elevada por la ciudad.
En este sentido, desde el municipio roquense se insiste sobre la posibilidad de ensanchar la traza principal respetando el nivel que tiene en la actualidad, y pasar con cruces elevados desde sur a norte o viceversa en las calles Jujuy, Mendoza, San Juan y Damas Patricias. Para el intendente roquense, Martín Soria, el ingreso por avenida Roca podría resolverse incluso sin cruces elevados, ya que habría espacio suficiente como para hacer el ensanche de la rotonda existente.
El jefe comunal también puso en duda el costo de la obra, que sólo en el tramo de 22 kilómetros que va de Cervantes a J. J. Gómez está presupuestada en $720 millones, números que hoy podrían estar siendo sometidos a revisión.
Por último, Soria dijo que “nunca pudieron explicar para qué querían hacer esas murallas con esas elevaciones, y en Roca no las vamos a aceptar”.


Costos
“Hacernos un paredón, una vía rápida para llegar a Neuquén en unos pocos minutos, significará que Roca no tenga futuro”,
estimaron desde la CAIC a través de su titular Mabel Szerman.
Datos
- 3.000
- millones de pesos sería el costo estimado de las obras sobre la RN22 entre Chichinales y Cipolletti.
- “Hacernos un paredón, una vía rápida para llegar a Neuquén en unos pocos minutos, significará que Roca no tenga futuro”,
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