Evalúan el daño que dejó Rhasa en Roca

Con la extracción de 16 muestras en el suelo y agua de los pozos de la ex estación de servicio Rhasa, se iniciaron ayer las tareas para determinar cuál es el nivel de contaminación ambiental en el lugar, ubicado a pocas cuadras del centro de Roca.

La contaminación ya fue establecida por la Justicia tras la presentación de un amparo colectivo ambiental, con sentencia firme desde el 16 de febrero de 2017.

El de ayer fue el primer paso del plan para remediar el daño que causó la operación irregular de la antigua estación de servicios Rhasa, ubicada entre avenida Roca y Alsina.

Los profesionales de la facultad de Ingeniería de la Universidad del Comahue extrajeron las muestras para determinar su propagación. Lo hicieron en presencia de representantes del Estado nacional, provincial, municipal y abogados de la empresa demandada, Pego S.A.

Todas las muestras extraídas en el predio serán analizadas en 40 días y allí se podrá determinar el estado ambiental de la zona.

Se llevó adelante la verificación de los tanques, para reconocer si existen fluidos contaminantes en el suelo y en los pozos de monitoreo.

Según señalaron los apoderados de la empresa Pego, se trata de un etapa que va a comprobar si está o no contaminado el lugar y el nivel de afectación, que le dará pie a la ejecución del plan de remediaron. Sin dar muchos detalles, los abogados se limitaron a explicar la instancia que se encontraban presenciado.

Desde el poder judicial explicaron que una vez que se determine el grado de contaminación, seguirá el proceso que tiene como objetivo la remediación del suelo, aire y agua con el fin de evitar y prevenir efectos nocivos y peligros aún mayores.

El plan de ejecución confirmará la extensión de la contaminación. Luego seguirá el plan de contingencia y restauración que comprendería la instancia de limpieza del predio afectado.

El principal objetivo es lograr el certificado de libre pasivo ambiental. El predio ubicado en avenida Roca y Alsina se encuentra abandonado hace ya unos 16 años. Se trata de una de las tantas estaciones de servicio que contaminaba y cerraron.

Hoy el enorme cerco visual que rodea a la ex Rhasa afea el paisaje urbano.

emiliana cantera

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