Poda, la tarea de invierno que cada vez menos quieren hacer

Soportan temperaturas bajo cero y largas jornadas, pero su trabajo es mal pago. En Río Negro y Neuquén hay 8.000 podadores. Según Uatre se necesitaría duplicar la mano de obra.

Entre los perales de una chacra ubicada al oeste de Roca transcurren sus mañanas. Ese día, a dos metros de altura y ubicados a ambos lados de la fila, Miguel Ángel (49) y Raúl (35) hacían los cortes con habilidad. Por momentos la desgastada tijera recordaba otra vez que el reemplazo por una nueva sería un alivio para su ardua tarea. Eran las 10, el sol ya estaba arriba pero la fuerte helada de la noche anterior se hacía sentir. Bien abrigados le hacían frente subidos a la escalera, motivados por hacer una diferencia, que los acerque al menos un poco a un sueldo que les alcance. Si todo andaba bien, para las 18 tendrían dos filas completas.

Como ellos, otros 8.000 podadores trabajan la temporada invernal en las chacras de Río Negro y Neuquén.

Según sostuvo desde la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores el secretario general en seccional Roca, Sergio Alarcón, “se necesitarían el doble” pero año a año se torna más difícil conseguir mano de obra para cubrir la tarea.

Aunque de esos cortes en las ramas de los frutales dependa en gran parte la calidad de la fruta en el tiempo de cosecha, cada vez menos personas se interesan en aprender el oficio. Ocurre que es sacrificado y de baja remuneración. Incluso hay casos en los que ni siquiera les suministran herramientas para hacerlo.

“Estamos a destajo. Cuando se trabaja por día la poda no conviene”, remarcó Miguel (47) mientras cortaba sin pausa en una fila de manzanos en la chacra Nº 248, de Stefenelli. Ya sabían que el acuerdo en paritarias –que tiene una pendiente homologación en el Ministerio de Trabajo– estableció que los trabajadores rurales que realicen tareas de la poda ésta temporada cobrarán 557 pesos por día.

“Nos conviene más hacer tareas generales a la poda, si se gana lo mismo”, agregó Miguel, dedicado a la tarea hace una década.

“Se gana muy poco, y es diferente a la cosecha, porque se hace con menos gente pero también es especializada, hay que saber para hacerla. Y no cobramos ni la zona fría”, criticó.

Su compañero, José (34) siempre fue tractorista, y cuando no tiene que manejar, se suma a la cuadrilla a hacer otras tareas en la chacra. Ya suma 18 inviernos de realizar la poda en frutales del Valle. Es de Cervantes, y cada día viaja en moto hasta Roca a trabajar.

“Para el frío no hay más remedio que la ropa, no queda otra más que salir cuando empieza a aclarar y aguantar”, se lamentó.

“Se gana poco para lo que se trabaja. Llegamos a las 8 y nos quedamos hasta las 12, volvemos a las 14 hasta las 18”, añadió Nelson (44), encargado de hacer los cortes más altos de la planta.

Desde otra chacra, ubicada en otro extremo de la zona rural ubicada al sur de la Ruta 22, también Raúl refirió a sus bajos ingresos. “Ganamos muy poco, respecto al salario mínimo vital y móvil quedamos muy atrás. Tendría que valer más, porque es distinto a un trabajo básico. Un peón rural no llega a más de 12 o 13 mil pesos al mes, pero cuando vamos a comprar, la canasta básica nos cuesta lo mismo que a un empresario”, cuestionó Raúl (32).

Lo que se observó en las chacras es que la poda se realiza en árboles que aún se encuentran cargados de fruta. “Quedó blanca, es de mala calidad, por eso no se levantó”, explicó un encargado. En una de las chacras los podadores refirieron a la dificultad de trabajar entre esa fruta, sobretodo cuando se cae y se pudre en el piso. “Cuesta mantener firme la escalera, es un peligro”.

Algunos están mejor

La utilización de plataformas con motor hidráulico y tijera neumática mejoró el trabajo de los podadores. La tecnología se utiliza sólo en algunas chacras de Roca, pero los trabajadores destacan su implementación.

Para los podadores de Stefenelli consultados, afortunadamente la escalera es un recuerdo. En 8 horas hacen entre 8 y 20 filas dependiendo lo “peludo” de ramas que se encuentre cada ejemplar y el clima, explicaron. “Hasta ahora no he tenido ningún accidente, antes por ahí me caía de la escalera o me lastimaba con las otras tijeras”, comentó uno de ellos.

“Se cobra mal, pero no sé hacer otro oficio. Si un día se termina la fruta en el Valle no sé qué haría, esto que me pasa le pasa a otros”.
Miguel Ángel (47) es peón rural desde su juventud.

“Un peón rural no llega a más de 12.000 o 13.000 pesos al mes, pero cuando vamos a comprar la canasta nos cuesta lo mismo que a un empresario”.
Raúl (32), podador roquense.

“Para el frío no hay más remedio que la ropa, no queda otra más que salir cuando empieza a aclarar y aguantar”.
José (34) viaja desde Cervantes en moto todos los días.

El 25% de suba espera por la homologación

El podador cobra por día unos
$ 557, según el régimen nacional de trabajo agrario acordado una semana atrás. El acuerdo estará vigente desde el 1 de mayo hasta la finalización de la temporada, e incluye el pago de presentismo $ 24,70 y la permanencia $ 35,91, lo que haría crecer el pago a unos
$ 617,61 por jornada laboral.

Por el desgaste de las herramientas está previsto el pago de los 3 días por temporada a valor de $ 617,61. “Las empresas grandes ofrecen un poco más de plata, o hacen arreglos personales para que la gente no se vaya”, explicó Alarcón desde Uatre.

Las claves para una buena poda

De los seis consultados, cinco identificaron el conocimiento como su principal “arma” para defenderse en la tarea principal de la chacra durante la temporada invernal. El sexto, no dudó. “Una buena tijera”, aseguró.

El conocimiento a muchos de los podadores les llegó por transmisión de sus padres y abuelos. Hoy no ocurre eso. “No dejan traer a los hijos por el seguro”, dijo uno de ellos. Otros refirieron a que “el trabajo de la chacra es duro, mal pago. Prefiero que mis hijos hagan otro trabajo y que les vaya mejor”

Uno de los encargados de una chacra que solicitó mantener su identidad en reserva, comentó que cada vez menos personas se suman al personal en forma estable. “Hay chicos de la zona Norte de Roca que piden trabajo aunque no sepan nada, se les enseña, vienen tres meses a hacer una changa y se van. Cuesta mucho el tema de la responsabilidad”, indicó.

Otro encargado, en cambio, expresó que “no anda gente buscando trabajo”.

FOTOS CÉSAR IZZA

filas podan al día una dupla de trabajadores promedio. En cambio, los que cuentan con la plataforma hidráulica se agrupan de a tres y podan entre 8 y 20 filas.

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podadores cada 12 hectáreas es lo ideal, según Uatre. En una chacra de Roca, por ejemplo, hay 7 podadores para 42 hectáreas.

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