Posturas divididas por una nueva estación en el centro de Roca

Fue clausurada por filtraciones desde sus tanques de combustibles. Mientras tanto, los vecinos se expresan.

A poco de cumplirse dos años de la orden de la justicia que estableció la remediación ambiental de la ex estación de servicio Rhasa, ubicada en pleno centro de Roca, los vecinos de la zona manifestaron el deseo de que los daños sean reparados con celeridad.

Sin embargo, en cuanto al futuro del lugar, las posturas se dividen entre los que quieren que funcione una nueva estación y los que se oponen.

El edificio está abandonado desde fines de los 90, tras una clausura por filtraciones en sus tanques subterráneos. Sus vidrios están rotos, crecieron pastizales y presenta una desagradable empalizada que esconde la edificación de la vista pública.

Este mes se conocerán los resultados de los estudios ambientales realizados en diciembre pasado, que permitirían conocer el nivel de contaminación del suelo y del agua generada por la antigua firma que operó en la esquina.

“Ya todos sabemos que ese lugar esta contaminado por los pozos de combustible y esperamos que este proceso judicial que pidió la reparación ambiental avance para que los efectos no se prolonguen. Si bien en nuestra casa no hemos tenido algún tipo de afectación, si eso no se limpia corremos el riesgo de que con el tiempo suceda”, remarcó un vecino del barrio.

Un equipo de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) tomó las 16 muestras en diciembre. Lo hizo con la participación de representantes del gobierno municipal, provincial y nacional.

“Algunas veces hemos sentido olor a combustible en las cloacas, pero no podemos decir que generó otros daños. Pero al igual que todos los que estamos cerca de la estación, queremos que esto finalmente se repare. Y estaría muy bueno que después vuelva a funcionar. La gente lo necesita, ya que en la actualidad la mayoría de las estaciones están lejos del centro y mucha personas necesitan algo más a mano, porque van cargando combustible de a puchos, porque la economía esta muy complicada”, dijo otra vecina.

Pero también están aquellas personas que viven en la zona que temen que la posibilidad de la instalación de una nueva empresa proveedora de combustible vuelva a contaminar el agua y el suelo y remarcaron que será fundamental tener un control sobre lo que allí se realice para evitar posibles daños ambientales.

Sin embargo aún se desconoce qué sucederá en la esquina. Allí continúa el cartel de “en venta” que colocó una inmobiliaria.


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