Rotundo triunfo de De la Rúa, pero Buenos Aires fue del peronismo

Prometió un "cambio moral", recuperar la dignidad y un gobierno con transparencia. Duhalde dijo que va a ayudarlo y no se consideró "el padre de la derrota".

Con un rotundo triunfo, Fernando de la Rúa se impuso ayer en los comicios nacionales quebrando 10 años de hegemonía menemista y aplicándole una histórica derrota al peronismo, incluso en muchos de sus distritos.

De la Rúa obtenía cerca de la medianoche el 48,95% de los votos, mientras que Duhalde llegaba a un magro 35,40%, el piso histórico del peronismo y ni un punto más.

En Río Negro, la Alianza sacó un porcentaje mayor a la media nacional, con un promedio en la gran mayoría de las localidades cercano al 60% de los votos.

En este marco, los candidatos a diputados nacionales sintieron el arrastre de la fórmula nacional en un caso y el efecto contrario en el caso del peronismo.

El ex ministro de Economía Domingo Cavallo hizo en el país una muy buena elección en Capital y sorprendió en distritos como Tierra del Fuego, Mendoza capital, Corrientes, Río Negro y Neuquén. En promedio rondó el 10% y se convirtió así en la tercera fuerza del país.

Tal como se esperaba, la pelea fue voto a voto en la provincia de Buenos Aires, donde finalmente los números le sonrieron al peronista Carlos Ruckauf. La diferencia fue de seis puntos.

Alrededor de las 19.00 el presidente Menem -quien estuvo reunido en Olivos con Guillermo Cóppola, Diego Maradona y funcionarios del gobierno como Alberto Kohan y Carlos Corach- llamó a De la Rúa para felicitarlo.

En su discurso, De la Rúa pareció asumir las banderas justicialistas al prometer «desarrollo y justicia social» en la Argentina, con un clima de «equidad e igualdad de condiciones para todos».

«Venimos a recuperar la dignidad de los Argentinos», dijo y prometió un «cambio moral».

El radical puso énfasis en destacar que después del 10 de diciembre llamará a todos los sectores sociales, convocará a los gobernadores y se contactará con la oposición, porque, según dijo, pretende ser el «presidente de todos los argentinos». Aseguró que su gobierno será de «transparencia» y que «vamos a terminar con toda forma de corrupción, impunidad y vamos a vivir dentro de la Constitución y la ley y el respeto entre todos».

En tanto, Duhalde, junto a Ruckauf, apareció ante las cámaras de tevé a las 23.40, desde la quinta de San Vicente, para reconocer su derrota y anunciar que el PJ ganaba en Buenos Aires «por más de un 6%», porcentaje que consideró «irreversible».

«La gente optó por el cambio y pensó que el cambio era la Alianza. Espero fervorosamente que la gente no se haya equivocado y yo voy a ayudar al próximo presidente», sostuvo Duhalde, quien no se consideró el «padre de la derrota». También lanzó sus dardos contra Menem y dijo «si sigue con algunos de los laderos que tiene, no se dedique más a la política».

El primero en admitir la victoria de De la Rúa, desde el gobierno nacional, fue el ministro del Interior Carlos Corach, que a las 23 anunció la tendencia inmodificable de los comicios. Menem, en tanto, no hizo ninguna declaración y se mantuvo en Olivos. Hoy reasume la conducción del PJ.

La Alianza se impuso con claridad para presidente en 19 provincias y Duhalde en sólo cinco. En tanto, el mapa de las gobernaciones quedó con 14 provincias para el PJ y siete para la Alianza.

En Diputados, la Alianza se queda con 125 bancas y el peronismo con 100, lo cual podría facilitarle las cosas a De la Rúa.

Córdoba volvió a sonreírle a «Chupete»

Después de dos derrotas consecutivas, en las elecciones a gobernador e intendente de esta ciudad, el radicalismo cordobés pudo volver a festejar anoche en las calles, al obtener el candidato presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa, una amplia ventaja sobre el peronista Eduardo Duhalde.

Los candidatos de la coalición también se impusieron en las elecciones para designar nueve diputados nacionales.

Según datos oficiales, De la Rúa ganó en esta provincia con un porcentaje que orilló el 50 por ciento, mientras que Eduardo Duhalde, pese al apoyo del gobernador José Manuel De la Sota alcanzó el 38%, sumando los votos que le proporcionó la UCedé y el Nuevo Movimiento que llegaron a la fórmula justicialista en su boleta.

El cordobés Domingo Cavallo obtuvo el 11,04% de los votos.

El denominado «Efecto De la Sota» apenas favoreció a tres intendentes.


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