Ruscio tiene claro quién incita a la violencia

Le pegó duro al periodista Víctor Hugo Morales. "Se mete en la vida privada", apuntó

NEUQUEN (AN).- Cuando en su mente ya ronda la idea del retiro, Roberto Ruscio no esconde nada. Por eso sus definiciones están lejos de ser ambiguas. Critica duramente al periodista Víctor Hugo Morales porque «incita a la violencia y se mete con mi vida privada», asegura que «no todos los agarrones son penales» y sugiere que sus colegas «tomen lo mejor de Castrilli y lo mejor de Lamolina, que no terminen encasillados». En diálogo con «Río Negro», el árbitro tuvo claros conceptos.

¿Todo agarrón en el área es penal?

– No. El fútbol es un deporte de contacto y por lo tanto no siempre es falta. El reglamento es claro y dice que existen faltas mínimas que no deben ser sancionadas no sólo en el área sino en todo el campo de juego. De lo contrario sería una permanente interrupción. Entonces digo que no todos los agarrones son falta, voy más allá: No todas las faltas deben ser sancionadas.

¿Se sienten presionados cuando se dice que benefician a Ríver o a Boca?

– Sería un factor de presión si se tratase de algo nuevo, pero en realidad lo vengo escuchando desde que era chico. Más allá de eso en el fútbol argentino siempre salieron campeones los mejores equipos.

¿Existe influencia del periodismo?

– Cuando uno está en esta actividad asume que lo hará con la carga de la televisión y del periodismo. Así y todo, una parte de ellos se ensañan, más allá de opinar si uno dirige bien o mal.

¿Lo dice por Víctor Hugo?

– Es así. Me atacó mucho y lo acepto si él me dice que soy buen, regular o mal árbitro, lo que no puedo aceptar es que se meta en mi vida privada y dude de mi honestidad. Uno sabe que está haciendo las cosas con honestidad pero Víctor Hugo siempre buscó en cada fallo alguna segunda intención. A ese periodismo no lo puedo aceptar porque es hipócrita, incita a la violencia y luego dice querer erradicarla.

¿Cuál es la finalidad?

– El arbitraje es polémico de por sí. Los periodistas ahora buscan este estilo y nosotros encajamos justo. Si hablan mal de Ríver o Boca una parte de la audiencia se les va, en cambio si el centro de las críticas es el árbitro, excepto su familia, el resto estará de acuerdo.

¿Que quedó de las corrientes de Lamolina y de Castrilli?

– Se terminó porque los dos dejaron de dirigir. Sin embargo debo reconocer que se trató de los dos exponentes de líneas absolutamente diferenciadas. Aunque las diferencias entre nosotros siguen existiendo, creo que se achicaron, pero nunca se terminará.

¿No dejaron escuela?

– Creo que cada árbitro tiene su propia forma de dirigir. Si tuviese que darle un consejo a los más jóvenes, les diría que adopten lo mejor de cada uno y que traten de adaptarlo a su forma de dirigir. Esto terminará de formar la personalidad de cada uno y no serán simples discípulos.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios