Rusia mató a destacado líder rebelde checheno

Fue en combate, tras un asedio de 5 años.

MOSCU (AFP) – El presidente independentista checheno Aslan Masjadov, principal símbolo de la resistencia chechena, fue muerto por las fuerzas especiales rusas tras cinco años de acoso, un hecho anunciado como gran victoria ayer por Moscú aunque existe el riesgo de que la lucha se radicalice.

La muerte de Aslan Masjadov fue confirmada la tarde de este martes por su emisario en Europa, Akhmed Zakaiev. «Está muerto, es un hecho», declaró.

«Hoy en la república de Chechenia, en el pueblo de Tolstoy Yurt, las fuerzas especiales llevaron a cabo una operación, en la que mataron al terrorista internacional y líder de bandas armadas Masjadov y arrestaron a sus colaboradores más cercanos», afirmó Nicolai Patrushev, jefe de los servicios secretos rusos FSB (antiguo KGB).

«Allí (en Chechenia) todavía hay mucho trabajo. Tenemos que redoblar esfuerzos para proteger de los bandidos (chechenos) a la población de la república y de toda Rusia», declaró el presidente ruso Vladimir Putin.

Las informaciones respecto a las circunstancias de la muerte de Masjadov no han sido del todo clarificadas.

El portavoz del estado mayor de las fuerzas federales en el Cáucaso del Norte, el general Ilia Chabalkine, declaró en primer lugar que el dirigente independentista murió en «combates» tras haber sido localizado gracias a las informaciones de combatientes independentistas recientemente capturados.

Chabalkine aludió después a» un conjunto de informaciones, cuyos datos fueron facilitados por la población local», e indicó que el líder resultó muerto a causa de la explosión de su búnker subterráneo.

Las imágenes difundidas del cuerpo de Masjadov podrían acreditar esta versión, ya que el cadáver no muestra aparentemente rastro de heridas, aunque los ojos aparecen hun

didos en las órbitas y le brota sangre brota de las orejas.

Por otra parte, el viceprimer ministro checheno pro ruso Ramzan Kadyrov, que dirige las temidas milicias armadas en Chechenia presentó otra versión según la cual «Masjadov murió como consecuencia de una torpe manipulación de su arma por su guardaespaldas».

La página de internet independentista Chechenpress.com, citando fuentes que no pueden ser confirmadas, sostiene que Masjadov fue asesinado dos días antes, durante los combates con milicias de Kadyrov siguiendo informaciones de un «traidor». El anuncio de la muerte de Masjadov encontró el beneplácito de los dirigentes pro rusos de la república chechena. «Puedo decir hoy con certitud que con la desaparición de Masjadov la república reencontrará su vida normal», declaró Taus Djabrailov, el presidente pro ruso. Una perspectiva desmentida por el emisario independentista Akhmed Zakaiev. «La resistencia continuará», dijo.

Moscú acaba con el único interlocutor posible

Vladimir Putin tomó la noticia de la muerte del ex presidente checheno Aslan Masjadov con visible satisfacción.

Para Moscú, significa un debilitamiento decisivo de la resistencia rebelde. Voces críticas advierten sin embargo en la capital rusa que no se debe sobreestimar el papel que jugaba Masjadov entre los rebeldes.

La figura de Masjadov había dividido hasta su muerte a los países occidentales y Rusia con respecto a la posibilidad de una solución al conflicto checheno. La propuesta del Consejo de Europa de iniciar al menos negociaciones con Masjadov había sido tajantemente rechazada por el Kremlin. La muerte del líder checheno significa la liquidación de una figura importante, destacó el político Yuri Sharandin.

«Ahora ya no existe nadie con quien se pueda hablar. Esto deberían comprenderlo también los parlamentos europeos», dijo un funcionario ruso. Círculos gubernamentales moscovitas se manifestaron confiados en que la muerte de Masjadov quebrará la resistencia violenta en Chechenia. «Masjadov era la figura que traía activamente dinero desde el exterior a Chechenia», subrayó el diputado Mijail Grishankov, de Rusia Unida. Según él esto se terminará definitivamente con el deceso del ex presidente checheno.

Otros políticos advirtieron sin embargo contra excesos de optimismo. La situación en la región conflictiva sólo podría experimentar un cambio radical con la muerte de otro líder checheno: Shamil Bassayev, responsable en los últimos años de atentados suicidas en Rusia y de las tomas de rehenes en un teatro de Moscú y una escuela de Beslan con un saldo de centenares de muertos. Masjadov estaba más vinculado a la propaganda que a la organización de atentados y había perdido respaldo entre la población chechena en los últimos años.

Tras la primera guerra de secesión había sido depositario de las expectativas de la mayoría de la población, que lo eligió presidente en 1997. Pero, sometido a la presión contrapuesta de las demandas centralistas de Moscú, por un lado, y la radicalización del extremismo secesionista islámico liderado por Bassayev, por el otro, Masjadov pareció terminar su vida marginado del protagonismo del conflicto. (AFP)


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