Ruta 22: lo único que se amplía es el plazo de obra

El proyecto para hacer la autopista está paralizado. El fin de semana la paciencia fue puesta a prueba.

CIPOLLETTI

Los anuncios se suceden y las obras de ampliación de la Ruta Nacional 22 siguen esperando. Más allá de algún camión contratado para regar las banquinas, desde hace meses no se ven operarios ni maquinaria de envergadura que permitan presuponer que los trabajos comenzarán a agilizarse. A esta situación se suma el permanente tránsito que, este fin de semana en el Alto Valle, superó todos los registros con la Fiesta Nacional de la Manzana y puso a prueba la paciencia de miles de automovilistas que intentaron transitar por la zona.

Los plazos de terminación de obra se estructuraron sobre el proyecto inicial de transformar la Ruta 22 en autovía y se habían establecido a fines de 2015. Sin embargo, el cambio a autopista frenó los trabajos que aún no se retomaron con fuerza.

Desde Vialidad Nacional habían explicado que el proyecto de readecuación estaba listo y que sólo restaba que se aprueben los mayores costos y se reinicien las obras. Fuentes de las firmas concesionarias aseguraron que los trabajos estuvieron completamente paralizados durante unos 12 meses, por lo que no es descabellado pensar que es casi imposible que la autopista se finalice a fines de este año. Un dato llamativo, que da cuenta del tiempo que no se trabaja, es la cantidad de pastizales que crecieron en las banquinas que fueron alisadas para ampliar el pavimento.

De acuerdo a datos que maneja el legislador provincial Jorge Ocampos, que se contactó con el distrito Río Negro de Vialidad Nacional, «no hay ninguna posibilidad de que la obra esté terminada este año» y adelantó que, según el informaron, serán necesarios al menos 24 meses. El diputado de la CC-ARI es uno de los referentes políticos que han manifestado su preocupación constante por la problemática del tránsito en la región.

Mientras los plazos se estiran, los habitantes del Alto Valle tienen que sufrir los constantes problemas de transitar por la principal vía de comunicación de la zona.

A la ya insegura ruta, que en muchos sectores cuenta con banquinas mal señalizadas y en otras prácticamente no tiene, se agregaron durante el fin de semana que se realizó la Fiesta de la Manzana, los conductores desaprensivos que, frente a la lentitud del tránsito, optaban por trasponer vehículos por zonas no permitidas. Así, y aunque no de gravedad pero con altos costos económicos, hubo decenas de choques.

La región no cuenta tampoco con caminos alternativos que absorban el tránsito en circunstancias particulares como el del fin de semana. Cipolletti y Roca también están comunicados por la Ruta Provincial 65 o ruta «Chica», que también se vio colapsada y que cuenta con sus riesgos particulares como la falta de banquinas en algunos sectores, el tránsito de camiones porque atraviesa las chacras y el mal estado del pavimento.

El combo se completó con el puente carretero que une Neuquén con Cipolletti, un cuello de botella insalvable. El viernes, según varios automovilistas, tuvo una demora de 45 minutos. Las críticas no se hicieron esperar y en las redes sociales como en los medios de comunicación fueron constantes los cuestionamientos por esta situación.


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