Ruta 22: los cómplices de nuestro triste futuro

Con mucha indignación recibí los anuncios del nuevo administrador de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, quien sin ningún pudor confesó que la ampliación de la Ruta Nacional 22 se proyectó “sin pensar en la gente”, reconociendo que esta obra tan anhelada en realidad terminó perjudicando a todos los rionegrinos que vivimos en el Alto Valle.

Basta ver la altura de los terraplenes que elevan la traza de la ruta en cada uno de los accesos de nuestras localidades para coincidir en que esta obra nos condenará al olvido. Por eso creo que no tenemos que olvidarnos de quienes irresponsablemente sellaron nuestro futuro.

En la foto de la reunión celebrada en agosto del 2012 puede verse a un irrepresentativo grupo de intendentes, Montanaro, Garrone, Martínez, recibiendo complacientes el anuncio del cambio de proyecto de autovía a autopista elevada que hicieran los encargados del distrito, Montero Espinosa y Porro –hoy investigado por distintos hechos de corrupción–. Todos ellos, sabemos, serviles laderos del senador Pichetto.

Claro que la misma consideración, la de cómplices de nuestro triste futuro, le cabe al gobernador Weretilneck, quien se supone debe velar y defender los intereses de todos los rionegrinos.

Y aquí nobleza obliga, porque no soy de Roca –y mucho menos peronista–, pero debo reconocer que el único que levanto la voz y alertó de “la muralla china con la que pensaban dividir el Alto Valle” fue el intendente Soria.

Felicito a los vecinos de Roca por tener a alguien que los defienda. Suerte, y no se dejen pasar por arriba.

Guillermo Miguel

DNI 16.059.626

Guillermo Miguel

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Ruta 22: los cómplices de nuestro triste futuro