“Sabine Kradolfer”

El domingo 18 de septiembre “Río Negro” publicó un reportaje a la antropóloga suiza Sabine Kradolfer, quien ha estudiado a la llamada comunidad mapuche, particularmente la Antiñir-Pilquiñan. He leído detenidamente el reportaje y, como el tema es de mi interés, me permito hacer llegar a esta sección las siguientes reflexiones: El periodista afirma que Europa “ha sido por milenios el centro intelectual del planeta”. Creo que debería matizar esta afirmación. En primer lugar, la cultura occidental no es, menos aún, no ha sido, la única del planeta. Creo que habría que reconocer que, según la época, la cultura china, hindú, maya o la náhuatl, entre otras, podrían disputar los logros occidentales, palmo a palmo el podio, si es que existe y si las culturas corren carreras como los atletas. Retrotrayéndonos solamente mil años, ninguna ciudad europea podía competir con Bagdad en el refinamiento intelectual. Alrededor del 1200 de nuestra era, Córdoba, Sevilla, Alejandría estaban en el mismo plano que Florencia y Roma, y mucho más avanzadas que París o Londres. Por entonces, Suiza era sólo proveedora de soldados mercenarios. La entrevistada sentencia que “La Conquista del Desierto” está “mal nombrada”. Sería interesante que fundamentara esa afirmación. Hay que ser benévolos con la afirmación de la señora Sabine, quien en rápida reducción afirma que la imagen de la “Argentina es igual a buena carne y tango”, en Europa. Una profesional seria no puede decir esas cosas tan elementales. La señora Sabine dice que en 1886 la Patagonia “estaba bajo el mando indígena”. Es una generalización muy burda. Nunca existió un poder aborigen unificado en toda la Patagonia. Existían tribus, la mayoría araucanizada y venida de Chile, que se habían establecido en algunos lugares de la Patagonia. Estaban compuestas también por soldados desertores, esclavos criollos e indios pampeanos, no chilenos. No hay censos indígenas de esa época, pero estimaciones prudentes cifran en alrededor de 60.000 personas el total de la población indígena por esos años, incluyendo los de la Pampa Húmeda. Creo que la señora Sabine no distingue los límites de la Patagonia. Ella cierra el reportaje con una declaración de fe. Preguntada si sobrevivirá la cultura mapuche responde: “Por supuesto, como todas las culturas que están vivas”. Ninguna tiene asegurada la supervivencia, tampoco Occidente. Persas, asirios, hititas, jónicos, godos, cartagineses, numantinos, olmecas, tlascaltecas, etc. ya no están entre nosotros. “¿Dónde iremos a buscarlos? ¿Qué fueron sino rocío de los prados?”, como se preguntó el poeta español Jorge Manrique. Hugo Martínez Viademonte DNI 4.951.463 Capital Federal


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