Sacudió a España el crimen de otro concejal del partido oficial

El gobierno se suma a los actos de condena

egunda vez después de la tregua, un asesinato enluta un domingo a la población. El concejal del Partido Popular (PP) Jesús María Pedrosa Urquiza murió ayer al mediodía después de que recibiera un disparo en la nuca en la localidad vasca de Durango, localidad de la provincia vasca de Viscaya, informó la policía autónoma vasca, Ertzaintza.

Hay pocas dudas que la víctima haya sido puesta en la mira de ETA. La opinión pública, al conocer el asesinato, ocurrido a las 13:20 horas local, responsabilizó inmediatamente a la organización armada vasca. El político había recibido varias amenazas telefónicas contra su vida por parte de ETA, la última en octubre de 1999, informó a su vez Radio Nacional de España (RNE).

Un médico, que se desplazó al lugar del atentado, confirmó la muerte del concejal, de 57 años. Pedrosa era, desde 1997, uno de los cuatro concejales del ayuntamiento de Durango, Vizcaya, en el norte de España.

Ayer Radio Nacional de España, recuperó de sus archivos una entrevista hecha a Pedrosa a fines de 1997 en la que ya manifestaba su temor a ser víctima de un atentado. La imagen del político había aparecido el pasado octubre en carteles amenazantes contra los ediles del PP con el lema: «si queréis guerra, la vais a tener».

El canal privado «Tele-5» informó que el político habría recibido al menos cuatro disparos por la espalda, uno de ellos en la nuca, que acabó instantáneamente con su vida. Sin embargo, las últimas informaciones dan cuenta de sólo un disparo.

Carlos Iturgaiz, presidente del PP en el País Vasco, declaró al conocer la noticia: «Quieren una limpieza ideológica. Estos canallas, quieren eliminar todo lo que sea PP y PSOE (Partido Socialista Obrero Español)».

«Nos asesinan, como a mi compañero…Es la exclusión que quiere el mundo nacionalista radical apoyado -no nos engañemos- por el nacionalismo democrático (del Partido Nacionalista Vasco, PNV, en el gobierno de Vitoria)…Aquí se muestra una vez más la sinrazón», agregó.

Sin embargo, el portavoz del nacionalista moderado PNV, Joseba Egibar, mostró su enérgico rechazo a la violencia.

Con esta nueva acción, ETA «desprecia olímpicamente» lo que la sociedad vasca está pidiendo y queda nuevamente bloqueado el «cuadro político». «Después de un asesinato, difícilmente nadie va a pensar que esto pueda tener arreglo», aseguró Egibar.

El responsable de comunicación del PSOE, Máximo Díaz Cano, mostró su «rabia» y al tiempo expresó su solidaridad con la familia de la víctima. «Los asesinos tienen que vernos unidos», declaró.

Desde 1968, cuando bajo el régimen del dictador Francisco Franco cometió su primer atentado mortal, ETA ha acabado con la vida de cerca de 800 personas en diversos atentados.

A fines del año pasado, la organización armada dio por finalizada la tregua unilateral que había declarado el 16 de septiembre de 1998. Pedrosa es la quinta víctima mortal de ETA desde la finalización de la tregua.

Fuentes de la investigación dijeron que un familiar de la víctima, testigo del asesinato, reconoció al presunto autor material del atentado, un varón joven que actuó a cara descubierta y quien, tras huir a pie, entró en un vehículo en el que le esperaba un hombre.

La munición utilizada en el atentado es del calibre nueve milímetros parabellum, habitualmente utilizada por ETA.

Pese a las amenazas, el concejal asesinado siempre rechazó la escolta de la policía vasca porque se negaba a que su vida quedara mediatizada por esas circunstancias. (EFE, DPA, Reuters)

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