Saladino se lució ante un gentío

Ganó tras una gran lucha con Cáceres y ante más de 4.000 personas.

Una jornada a pleno sol, una gran cantidad de público y más de veinte autos en línea de largada hicieron que la tercera fecha del TC Neuquino resultara un verdadero éxito.

En ese contexto, Pablo Saladino se quedó con una victoria por demás espectacular. Ni más ni menos.

Después de una intensa lucha con Rubén Cáceres, el piloto del Torino se llevó todos los aplausos.

Por mérito propio y porque jamás se entregó, aún cuando Cáceres le «arrebató» la punta al cabo del duodécimo giro, lo que no hizo más que ponerle emoción al «carrerón» que se vio en el autódromo «General Enrique Mosconi» de Allen.

Sin embargo, el podio se completó con Eduardo Pino y Emilio Cimolai, quienes cumplieron una destacada actuación y obtuvieron su a la regularidad.

El «mano a mano» entre Saladino y Cáceres se «robó» la atención en el trazado allense. Ya de movida, la cosa pintaba para estar muy pareja entre varios, donde también dieron pelea Augusto González, Mario Gallego, Leonardo Camelli y Ricardo Mangini, además de los mencionados en el lote de adelante. Pero lo mejor, sin dudas, estaba entre Saladino y Cáceres.

Saladino movió muy bien y enseguida quedó al frente del pelotón, pero ahí nomás venían Cáceres, Pino, González, Gallego y Cimolai.

Fueron «palo y palo» varias vueltas hasta que, de a poco, el «uno-dos» estaba entre el líder del certamen -Saladino- y Cáceres, quienes se sacaron «chispas» en todo momento, generando el interés de propios y extraños detrás del alambrado.

Después de intentar alcanzar la punta un par de veces -primero por adentro y después por afuera- en la recta de boxes, Cáceres le ganó la cuerda al puntero en ese sector cuando completaron la duodécima vuelta.

Allí, Saladino intentó pasar a un resagado por el sector abierto de la recta y su escolta se le «coló» por el cerrado para llegar a la siguiente curva mejor posicionado.

Esta maniobra generó el aplauso del numeroso público en ese sector y la carrera ganó -¡y cómo!- en emoción. No era para menos.

A partir de ese momento y durante tres giros, fue Cáceres el que mantuvo el ritmo de competencia, pero Saladino no le daba tregua.

Más atrás, ya resignados a la lucha por el primer lugar y sin la presión que ejerció Gallego -se tocó con González y rompió la parte delantera de su auto- hasta la mitad de la final , Pino y Cimolai comenzaron a pensar en los puntos y a no cometer ninguna locura, por eso, todo estaba centrado en lo que sucedía adelante.

Llegó la decimosexta vuelta y la despedida de los primeros puestos de Cáceres. Se pasó en una curva y le dejó el camino libre a Saladino, quien, ya más tranquilo, comenzó a regular y a esperar la bandera a cuadros para conseguir su segunda victoria en el campeonato.

Pasó la tercera fecha del TC Neuquino. Fue una nueva victoria del solitario líder del certamen Pablo Saladino, pero lo más importante es que cada vez es mayor el interés de la gente por esta categoría.

a vista. Más de 4.000 personas se dieron cita al autódromo allense, en donde se cumplió la tercera fecha del certamen anual.

Desde temprano, el público fue buscando un buen lugar para ver la carrera y poder hacer el tradicional «asadito» de los domingos.

En lo que respecta a la organización, otra vez habrá que decir que fue brillante. El programa se cumplió al pie de la letra y a las 16 ya estaban los veintidós autos en línea de largada para comenzar la tercera final del año, que resultó un verdadero espectáculo.

• Comentarista: A pesar de no tener compromisos con la Copa KIA, en cuya categoría es uno de los principales animadores del certamen, el allense Julián Crespo no pierde oportunidad para estar cerca de los «fierros».

Sin embargo, ayer no estuvo arriba de un auto, sino en una cabina de transmisión. El joven piloto cambió el buzo antiflama por los auriculares para comentar la carrera para Radio Líder.

Además de la emisora local otras tres radios se prendieron para transmitir la competencia: LU 5, AM 1400 (Cumbre) y FM Unica (Cinco Saltos).

• Peligroso: Apenas habían recorrido una vuelta cuando todo el mundo comenzó a pedir el ingreso del «pace car».

Lo que pasó fue que al cabo del primer giro, a Jorge Gutiérrez se le bloqueó el auto en plena recta -frente a la zona de boxes- y terminó junto al paredón.

Lo insólito del caso fue que el auto quedó detenido en una zona muy veloz del circuito y un nuevo despiste hubiese sido peligroso.


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