Sanatorio perdió a su principal cliente y está en alerta

PLAZA HUINCUL (ACC) – El directorio del Sanatorio Plaza Huincul prendió la luz de alerta ante la decisión de Repsol YPF de rescindir el contrato de prestación de servicio de salud en las diferentes áreas en las que opera la compañía, a partir del 30 de abril. Esta situación hace peligrar la «estabilidad financiera» del emprendimiento de salud que nuclea a 200 trabajadores de forma directa e indirecta.

La preocupación ronda una vez más a este nosocomio creado en el '91 y al igual que muchos emprendimientos con el personal que se desempeñaba en el entonces hospital de la YPF estatal. El director del sanatorio, Aldo Ledesma explicó a «Río Negro» que recibieron una carta documento enviada por Repsol YPF en la que se les da a conocer la decisión adoptada por la compañía de «resolver el contrato a partir del 30 de abril, lo que nos dejaría a partir del 1 de mayo sin la prestación». Esta medida hace peligrar, según el profesional, la «estabilidad financiera» del emprendimiento, que en este momento presta atención en las enfermerías de los campamentos que Repsol YPF tiene en los yacimientos de El Portón, Chihuido, Sierra Barrosa, Rincón de los Sauces, entre otros. Para esa tarea estaban afectadas 35 personas -cuando recién se firmó el convenio en 2000 eran sólo 18- pero ese crecimiento «no se verá reflejado con la continuidad del contrato», subrayó Ledesma. Esta situación afecta al conjunto del emprendimiento que integran 200 personas, entre los puestos directos e indirectos.

Mencionó que no hubo nada que los hiciera presumir que Repsol decidiera finalizar unilateralmente el contrato. «No tuvimos llamado de atención u órdenes de servicio que hagan peligrar la estabilidad del contrato en vigencia», acotó.

El acuerdo alcanzado caducaba el 31 de diciembre y con posibilidades de prórroga. La ayuda para el nosocomio, se materializó en la firma de este contrato porque el Sanatorio Plaza Huincul no forma parte de Uteneu. Esta UTE fue creada como salvataje para los 18 emprendimientos de servicios petroleros en agosto de 2000. Allí participa Sade como gerenciadora y el gobierno provincial observa el cumplimiento de los términos.

«Tuvimos un trato especial y aparte. Fue tan especial que hoy nos encontramos con esta sorpresa. Nos estamos sintiendo discriminados, no hubo advertencia, que no dieran alerta sobre el curso del contrato», dijo Ledesma. Aunque hizo la salvedad que en el articulado del acuerdo figura la posibilidad que cualquiera de las partes pueda rescindirlo, el director reclamó un poco de diálogo y no comunicarlos mediante «una fría carta documento».

Las críticas del directorio del Sanatorio Huincul apuntaron también hacia el gobierno provincial que en aquel acuerdo era el responsable del cumplimiento de los términos. «Más allá que la provincia esté notificada, no tuvimos una respuesta contundente que nos digan podremos llegar a tener continuidad de trabajo y mantener recta ésta columna vertebral que mantenía al sanatorio», agregó.

En aquella oportunidad, el nosocomio le solicitó a la provincia posibilidad de trabajo y no subsidios. Se acordó entonces la prestación de las especialidades de geriatría, salud mental y la atención de todo el excedente generado en salud pública, incluida terapia intensiva. Este último servicio es el «fuerte» del sanatorio porque no existe en la zona y aquí llegan las derivaciones desde otros puntos antes de pasar a la mayor complejidad que está en Neuquén.

«Queremos que en el resto de los pedidos que hicimos tanto a provincia como a Repsol YPF haya una sentido de justicia y que no se desoiga lo acordado. Vemos que el acuerdo firmado hoy está siendo violado», concluyó Ledesma.