Santander Río: Una sucesión exprés
El pope Emilio Botin falleció esta semana. Su hija Ana Patricia queda a cargo.
FINANZAS
El Presidente del Banco Santander Río, Emilio Botín, falleció inesperadamente esta semana. El deceso se produjo en su vivienda producto de un infarto, y tomó por sorpresa aun a sus colaboradores más cercanos, dado que el magnate de 79 años, poseía una gran vitalidad.
El empresario pertenece a una familia ligada a las finanzas, ya que su abuelo fue también presidente del Santander. Dirigía el banco desde el año 1986.
Restaban solo siete meses para que su cargo fuera sometido a reelección.
El artículo 24 del reglamento del consejo de administración establece la forma de proceder ante esta situación.
Pero Botín tenía planeada al detalle su posible sucesión, asegurándose el voto de los consejeros externos independientes.
Así, en solo 24 horas, su hija Ana Patricia Botín de 53 años, quien hasta esta semana se desempeñaba como consejera delegada de la delegación británica del Santander, fue designada como Presidenta Ejecutiva de la entidad.
Se procuró celeridad en la transición, debido al impacto de la noticia en las finanzas españolas. El jueves último, luego de conocida la partida de Botín, las acciones del Santander caían un 0,65%.
Las primeras expresiones de la heredera fueron: “En estos momentos tan difíciles para mí y mi familia, agradezco la confianza del consejo de administración y asumo con total compromiso mis nuevas responsabilidades”.
Redacción Central
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