Schumacher acusó el golpe y pidió comprensión

El tetracampeón mundial Michael Schumacher pidió ayer comprensión a los que lo criticaron después de que su compañero en Ferrari, el brasileño Rubens Barrichello, le cediera el pasado domingo por órdenes del equipo el triunfo en el Gran Premio de Austria. Sin embargo, la indignación no cesa, y no se descarta una sanción.

Tres días después del polémico «triunfo regalado» de Spielberg, las críticas contra el tetracampeón mundial y su escudería abarcan cada vez círculos más amplios y hacen aumentar la presión personal acerca de Schumacher.

«Es un dilema, es verdad», afirmó Schumacher en su página de Internet (www.michael-schumacher.de), en una reacción al eco recibido en la prensa.

Schumacher aseguró entender las críticas en los medios de prensa, pero al mismo tiempo instó a razonar acerca del tema ya que, según apuntó, Ferrari no inventó los triunfos pactadas y éstos tampoco se reducen a la Fórmula 1.

«En el ciclismo también es similar. Es duro y hay que asumirlo, pero esto no sólo ocurre en una categoría como la Fórmula 1», agregó.

El presidente de Ferrari, Luca di Montezémolo, mostró su apoyo a la escudería. «Fue la decisión correcta», declaró a «La Gazzetta dello Sport». «Los enemigos tendrían mejor que barrer ante su propia puerta», comentó desafiando a las críticas.

Pero el equipo podría recibir una sanción por parte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que el pasado lunes, en aparente reacción a la presión de la opinión pública, citó a Schumacher y Barrichello a una audiencia ante su Consejo Mundial para el próximo 26 de junio. «Ferrari podría perder los puntos», comentó un delegado de la FIA.

El reglamento no contempla penas contra infracciones concretas. Las sanciones son impuestas por los miembros del Consejo Mundial, en su mayoría representantes de las federaciones nacionales.

Entre las sanciones posibles se encuentra el retiro de puntos para el piloto o el equipo.

En 1997, el Consejo Mundial reaccionó al choque de Schumacher con Jacques Villeneuve en Jerez y le retiró todos los puntos en el Mundial. Ahora, se considera que lo más probable es que se le retiren puntos a Ferrari.

Schumacher parece haber perdido credibilidad. El jefe de la escudería Jean Todt explicó que pidió a ambos pilotos que cambiaran sus puestos siete vueltas antes del final.

Después de la prueba, Schumacher comentó haber tenido poco tiempo para reaccionar a las órdenes.

«Se puede argumentar que Barrichello el domingo último fue el mejor. Eso es cierto y mereció la victoria. Lo hizo, no se pone en duda. Y naturalmente se puede formular la pregunta de si era necesario hacerlo, dado que la situación del Mundial es favorable y nuestro auto parece tan fuerte con los neumáticos Bridgestone», afirmó el piloto.

No obstante, aprovechó para defender la decisión de su equipo de dejarle ganar para aumentar su ventaja en el Mundial y asegurar el título.

«El Mundial todavía no está decidido», consideró. «En este deporte no hay nada seguro, repito una y otra vez. ¿Por qué tendríamos que quedar libres de problemas técnicos en mi auto? No se puede suponer que vamos a ganar puntos en todas las pruebas», agregó.

Schumacher aseguró que su equipo aprendió de años anteriores, como en 1997, 1998 y 1999, en los que perdió el Mundial en la última prueba.

«Fueron tres momentos desagradables. Desde entonces, cambiamos. De los golpes se aprende», afirmó.

Finalmente, el ex piloto alemán Hans Joachim Stuck comentó a la televisión de Baviera que vio cómo aficionados llenos de rabia rompían o quemaban sus banderas. La decisión tomada en Spielberg fue como «una tomada de pelo popular. Si Ferrari decide desde la primera prueba que Schumacher siempre tiene que estar delante, entonces ya no es serio. Se convierte al piloto en una marioneta».