Schumacher demostró que nada cambió

El tetracampeón ganó la primera prueba del Mundial en Australia. Un múltiple choque dejó afuera a varios pilotos en la largada.

Mostrando una aplastante superioridad, tanto en su dominio estratégico de la prueba como en el rendimiento de su vieja Ferrari F2001, el campeón Michael Schumacher comenzó el Mundial de Fórmula 1 ganando el Gran Premio de Australia, que se disputó ayer en el circuito callejero de Melbourne.

El triunfo llegó después de un breve duelo con el colombiano Juan Pablo Montoya, que ofreció dos sobrepasos espectaculares de ambos protagonistas, y que no fue más allá de la vuelta diecisiete, en la que el piloto alemán tomó decididamente la punta hasta llegar a acumular cerca de medio minuto de ventaja, que se redujeron a dieciocho segundos en el final.

La prueba estuvo condicionada por un espectacular accidente en la largada, por suerte sin consecuencias, cuando Ralf Schumacher, quien había largado muy bien con su Williams, impactó de atrás con violencia a la Ferrari de Rubens Barrichello a pocos metros de la primera curva, remontando vuelo y terminando contra las barreras de protección externas.

La dinámica del accidente atribuye la mayor responsabilidad a Barrichello, quien cambió de dirección dos veces y terminó justo delante de la trayectoria del más chico de los Schumacher, con lo que el contacto fue inevitable, involucrando también a varios de los pilotos que venían a espaldas de ambos.

En efecto, en la carambola general que se produjo quedaron fuertemente dañadas otras seis máquinas y sus pilotos eliminados, tal los casos del Toyota de Allan McNish, los Sauber de Nick Heidfeld y Felipe Massa, el BAR de Olivier Panis, el Renault de Jenson Button y el Jordan de Giancarlo Fisichella.

Después de seis giros con el auto de seguridad, quedó al frente David Coulthard cuando se liberó la pista, con seis segundos de ventaja sobre Jarno Trulli, pero un trompo del italiano de Renault en la novena ronda provocó otra neutralización.

En el duodécimo giro, Coulthard se fue fuera de pista y entonces se proyectaron al frente, en ese orden, Michael Schumacher, quien había seguido todos los acontecimientos delante suyo con gran prudencia y visión estratégica. y Montoya, desencadenándose entonces un breve duelo que durante seis giros constituyó la etapa más emocionante de la prueba.

Montoya repitió lo que ya había realizado el año anterior en el Gran Premio de Brasil y, con una espectacular maniobra, superó por afuera al fin de la recta principal a la Ferrari del campeón mundial, pero su liderazgo fue ilusorio y duró pocos giros, ya que la diecisiete, Schumacher volvió a sobrepasarlo, poniendo en pie a los espectadores.

En la curva Clark, en la que se pasa de sexta a segunda marcha, Schumacher aprovechó que Montoya demoró la frenada y lo quebró por cuerda interna, en otra demostración de alarde conductivo, para a partir de ese momento comenzar a acumular una ventaja que se estiró a veinte segundos en doce vueltas y que no sufrió cambio con los ingresos a boxes.

A espaldas de Schumacher y Montoya reinó una calma total. El finlandés Kimi Raikkonen culminó su debut en McLaren conquistando un buen tercer puesto, delante del Jaguar de Eddie Irvine, quien desmintió todas las dudas sobre su confiabilidad, pero el verdadero milagro se produjo detrás suyo, con el quinto puesto del australiano Max Webber, con Minardi.

También tuvo aspectos positivos el debut absoluto de Toyota, ya que el finlandés Mika Salo atrapó un estimulante sexto puesto, que abre buenas perspectivas al futuro de la escudería japonesa que da sus primeros pasos en la Fórmula 1.

Mientras sus rivales estrenaban nuevos modelos, Schumacher llevó a su vieja Ferrari al triunfo, como ocurrió el año anterior. Una historia repetida.

Para Ralf, la culpa la tuvo Barrichello

Se discutirá, con opiniones encontradas e imposibles de armonizarse, acerca de las eventuales culpas por el espectacular accidente que se produjo ayer en la largada del Gran Premio de Australia y que dejó, ya en la primera curva del circuito a ocho pilotos afuera de la prueba.

El alemán Ralf Schumacher aseguró que el culpable es Barrichello. «Cuando Rubens va adelante tiene anteojeras. Intenté pasarlo, pero primero me bloqueó y luego frenó», criticó.

«No me quejo del momento de la frenada, pero sí de la primera curva, donde en dos ocasiones cambió con demasiada frecuencia la línea, y eso sólo está permitido una vez», continuó.

«Rubinho» no aceptó las críticas de su rival, y comentó que no frenó antes de tiempo. «Al contrario, frené más tarde de lo habitual, ya que temía que sucediera algo. Ralf aceleró a fondo y no tenía posibilidades de pasar la curva». (AR y ANSA).

«Fue un comienzo de certamen perfecto»

«Fue un comienzo de certamen perfecto, aunque un doblete con Rubens Barrichello hubiera sido lo mejor», declaró ayer el campeón Michael Schumacher después de ganar el Gran Premio de Australia.

Schumacher contó haber vivido momentos de angustia cuando se desencadenó el accidente en la largada. «Vi delante mío el choque entre mi hermano Ralf y Rubens, partes de autos que volaban por todas partes e incluso una máquina que planeaba sobre mi cabeza, solo pensé en seguir y tiré mi Ferrari al pasto, creo que fue una sabia decisión», explicó.

El campeón mundial calificó como «limpio y entusiasmante» su breve duelo con el colombiano Juan Pablo Montoya. «Al comienzo no tenía ninguna posibilidad de superarlo, porque mi auto era más lento, pero después, cuando las gomas Bridgestone entraron en temperatura, fui un poco más veloz y pude pasarlo».

Schumacher apuntó que «no era ésa la estrategia que Ferrari había previsto, pero igual estoy satisfecho».

El alemán pronosticó un próximo Gran Premio de Malasia mucho más complicado, con sus rivales en una posición de mayor amenaza, aunque expresó su confianza de que las gomas Bridgestone puedan hacer la diferencia. «Demostraron que rinden muy bien con mucho calor, como el que seguramente reinará en Sepang», apuntó.

Por último, en relación con el espectacular accidente de la largada, Schumacher reveló haber llamado a boxes para interiorizarse del estado de su hermano Ralf y que fue tranquilizado por los técnicos de Ferrari. «Para mí habrían tenido que suspender la prueba, pero esa determinación la tienen que tomar los responsables», apuntó.

«La máquina que viene detrás, que era la de Ralf, puede cambiar dirección todas las veces que quiere, no así la de Barrichello, quien tenía que hacerlo solo una vez, pero es también cierto que en las largadas se está abrumado por la tensión, lamento la salida de Rubens porque Ferrari podía hacer un «uno-dos» perfecto», concluyó.

La compra es una «pantalla»

LONDRES (DPA).- La compra del equipo Prost por parte de un empresario avícola es en una «pantalla» para el consorcio automovilístico Volkswagen, aseguró ayer el diario inglés «The Observer».

Según el periódico, VW compró por poco más de dos millones de dólares el equipo Prost.

VW planea volver a la Fórmula 1 bajo el nombre de su filial Skoda, agregó el diario basándose en fuentes que no cita.

«Dentro de dos semanas dos Skoda color plata brillante, estarán en la largada del Gran Premio de Malasia», escribió el periódico en primera plana.

Y recordó el enojo del dueño de Minardi, el australiano Paul Stoddart, quien pagó quince veces más por el equipo italiano.

Podrán trabajar con tranquilidad

El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, afirmó ayer que el triunfo de Michael Schumacher en Australia «es la mejor demostración de que conservamos el hambre de victoria». «Schumacher hizo una prueba perfecta. No se puede agregar más. Las gomas Bridgestone confirmaron su gran competitividad, lo que demuestra que trabajamos muy bien en estos meses. Fuimos los más veloces todo el fin de semana y por eso ganamos del principio al final», agregó.

Según apuntó Montezemolo, el triunfo de ayer le permitirá a Ferrari «trabajar con más tranquilidad» sobre el nuevo modelo F2002 que inicialmente iba a debutar en Australia, pero cuya presentación fue aplazada.

Arrows marcó récord inédito

Por primera vez en la historia de la Fórmula 1 los dos pilotos de una misma escudería fueron excluidos de una prueba por sendas banderas negras. Eso le pasó ayer a Arrows en el Gran Premio de Australia.

Los Arrows quedaron detenidos en la vuelta pre- via y se fueron a boxes.

El alemán Heinz Harald Frentzen ingresó a la pista cuando el semáforo todavía estaba rojo.

El brasileño Enrique Bernoldi fue excluido por- que retornó a pista utilizando el muletto, lo que está prohibido cuando la prueba en marcha.


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