Schumacher vivió su peor día con Ferrari

Le pasó de todo en la prueba que dominó Barrichello.

El brasileño Rubens Barrichello logró ayer el subcampeonato del Mundial de Fórmula 1 al ganar el Gran Premio de China, en el que el alemán Michael Schumacher tuvo el peor día de su campaña. Barrichello logró en el nuevo circuito de Shanghai, el más moderno del mundo, su segunda victoria consecutiva, después que hace dos semanas ganara en Monza. Su compañero en Ferrari, el ya campeón Schumacher, ayer terminó doudécimo, después de partir desde boxes al cambiar el motor de su auto. La concentración del brasileño es todo lo contrario. El pasado sábado logró la “pole position” y ayer no dejó escapar su segunda victoria de la temporada y su segundo subcampeonato. “Tuve una buena largada y me sentí bien durante toda la prueba”, aseguró “Rubinho”. Pese a la mala actuación de Schumacher, cuando sólo quedan dos pruebas para el final del certamen, Ferrari puede afirmar ya que cerró un año redondo, en el al margen de los dos primeros puestos en el Mundial de pilotos, consiguió también el título de fabricantes. Desde que logró su séptimo título en Bélgica, el perfeccionista Schumacher está cometiendo errores poco habituales en él. Hace dos semanas en Italia hizo un trompo al empezar la prueba, aunque pudo recuperar hasta la segunda posición. En la clasificación el alemán se salió de la pista y ayer largó de boxes. En su intento por remontar, Schumacher se tocó con el austríaco Christian Kien; hizo un trompo en la vuelta catorce, pinchó el neumático en la treinta y cinco y se quedó fuera de los puntos cuando tuvo que entrar a cargar combustible a nueve giros del final. Antes de ayer, su peor posición en una prueba que finalizara había sido un undécimo puesto en Hungría, en 1995. Desorientado, comentó que ”entonces vino la rotura de la goma. ¡Ah no! También está lo del trompo. Fue una prueba muy turbulenta”. El debut del circuito de Shanghai en la Fórmula 1 estuvo precedido por una espectacular ceremonia de apertura. Balarines, bandas de música, estrellas del pop y cantantes de ópera desplegaron ante los doscientos mil espectadores una fiesta propia de los Juegos Olímpicos. “Esto es el futuro, Atenas comparado con esto no es nada”, aseguró Bernie Ecclestone. (AR y DPA).


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