Scilingo negó haber participado en los «vuelos de la muerte»

Se retractó de sus declaraciones ante el juez Garzón. Explicó que mintió por razones humanitarias. Dice que no escribió el libro en el que confiesa los'vuelos'.

Madrid – El ex militar «arrepentido» Adolfo Scilingo se retractó ayer sorpresivamente de sus declaraciones y dijo ante el juez Baltasar Garzón que no participó en los llamados «vuelos de la muerte» y que no recuerda ningún dato sobre la represión durante la dictadura argentina.

Según fuentes judiciales, Scilingo explicó que sus anteriores declaraciones ante Garzón –que le llevaron a la cárcel y en las que dio detalles sobre los métodos de represión en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA)–, fueron «fruto de una conspiración».

Al mismo tiempo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional española solicitó ayer la revocación del auto por el que Garzón procesó el martes a los 98 militares militares argentinos y que se declare la falta de jurisdicción del tribunal para juzgar las violaciones a los derechos humanos en Argentina y Chile, precisamente la posición que esgrimen ambos países en el tema.

Garzón ordenó el martes la captura internacional de los militares –entre ellos Scilingo– por genocidio, terrorismo y torturas y pidió su captura internacional.

El ex militar «arrepentido», actualmente en libertad provisional tras haber permanecido en prisión entre octubre de 1997 y enero de 1998, sostuvo ayer que la conspiración a la que hizo referencia fue instigada por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, sus anteriores abogados argentinos y el propio juez Garzón.

Scilingo explicó que le pidieron que declarara que en la ESMA se retuvieron niños secuestrados, se incineraron los cadáveres de los que morían durante sesiones de tortura y se realizaron vuelos de la muerte para dar validez al sumario que instruía Garzón, ya que no tenían ningún acusado.

Agregó que haber admitido, de forma genérica, su participación en los «vuelos» –que consistían en lanzar al mar o al Río de la Plata desde aviones a supuestos subversivos sedados– así como las otras imputaciones, fue por «razones humanitarias» respecto a las víctimas de la represión y que por ello accedió a mentir en el juzgado.

Según las fuentes, el procesado aludió a que sus confesiones, tanto en España como en Argentina, responden a «una guerra» que mantiene con el ex almirante Emilio Massera al que considera responsable de haber engañado a los militares haciéndoles creer que los crímenes cometidos durante la dictadura eran necesarios para acabar con los subversivos.

Scilingo dijo ayer que no iba a ofrecer ningún dato a Garzón porque estos hechos se están investigando en los tribunales argentinos.

En relación al libro «Por siempre, nunca jamás», que se publicó en Argentina y donde relata los mismos hechos narrados en el Juzgado, negó haberlo escrito y aseguró que le pagaron 300 dólares por ponerle su nombre.

Durante su declaración de 1997 ante Garzón, Scilingo reconoció que había participado en dos «vuelos de la muerte», que había visto en la ESMA a embarazadas con capuchas y que era el responsable de los «asados», palabra con la que identificaban la quema de los cadáveres.

Para los abogados de la acusación, este cambio de actitud de quien en su día se presentó como un «arrepentido» no perjudica a la investigación, porque rindió su anterior declaración de manera libre y con todas las garantías procesales.

El abogado de la acusación presente en la declaración, Enrique Santiago, dijo que se estudia la posibilidad de pedir la prisión preventiva de Scilingo «ante la evidencia clara de sustracción de la Justicia y riesgo de fuga». (EFE y DPA)

Alfonsín: «Un dislate»

BUENOS AIRES – El ex presidente Raúl Alfonsín calificó ayer como un «dislate» que se pida la extradición de ex militares involucrados en desapariciones durante la última dictadura militar «para que lo juzguen en otro país», en alusión a España.

«Es un dislate pensar que cuando está actuando la justicia argentina pueda reclamarse una extradición para que lo juzguen otro país», afirmó Alfonsín al considerar las resoluciones del juez español Baltasar Garzón.

Alfonsín dijo que en la lista que presentó Garzón «hay más de veinte procesados y siete presos» y sostuvo que «existen muchos aspectos a discutir, porque sería realmente insólito que sacáramos a la justicia nuestra que está juzgando y la mandáramos a otro país».

Cuando se le preguntó si este tema será abordado en París por el congreso de la Internacional Socialista, respondió que «es un tema distinto, nosotros estamos de acuerdo con la formación de un tribunal internacional».

Solicitan revocación del auto

Madrid (EFE).- La Fiscalía de la Audiencia Nacional española solicitó ayer la revocación del auto en el que el juez Baltasar Garzón procesa a militares argentinos y que se dicte otro en el que «se declare la falta de jurisdicción» del tribunal en delitos cometidos por ciudadanos no españoles fuera de España.

Con esta petición, la Fiscalía recurre el auto del martes, en el que Garzón procesa y dicta orden de captura contra 98 militares y civiles argentinos por delitos de genocidio, terrorismo y torturas, perpetrados durante el régimen militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.

En un escrito presentado ayer en el Juzgado, el fiscal solicita además que se anulen las órdenes de detención de estos procesados y las medidas de imputación y cautelares que hubiera acordado el juez. Y recuerda en su recurso que se trata de una cosa juzgada.

La Fiscalía explica que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final son «medidas jurídicas internas argentinas, adoptadas por un Parlamento elegido democráticamente, para extinguir la responsabilidad criminal para la mayoría de los crímenes durante el período de las juntas militares».


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