Se agudiza un conflicto pesquero en San Antonio

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Trabajadores en la calle y mucho humo de cubiertas encendidas se ha transformado durante los últimos meses en un paisaje frecuente en la avenida Islas Malvinas de esta localidad, frente a la planta pesquera Poseidón. Cambian los motivos pero el final siempre es el mismo.

Basados en incumplimientos de la empresa, los obreros salen a las calles a peticionar y optan por encender gomas cuyo humo se distribuye por todo el barrio, con mayor incidencia en función del viento reinante, ante la mirada de los cada día menos tolerantes vecinos que deben soportar las consecuencias.

En la delegación local se repiten las caras. Funcionarios, fileteros y la empresa discuten salidas posibles, la firma con asiento en Puerto Madryn elabora propuestas que luego demora en cumplir y como con parches provisorios la actividad se reanuda.

Ayer fue uno de esos días. Como ocurrió hace una semana. Y otra más atrás. En este caso la situación se desencadenó cuando los trabajadores recibieron el pago de la quincena recortado a, en algunos casos, el 20% del total, debido a descuentos producidos por el paro -con quema de gomas incluido- de hace unos días.

Así, como en un círculo de nunca acabar la historia se repite. Las relaciones se resquebrajan y la producción económica pesquera se reduce en la ciudad. «Algunos compañeros cobraron 100 pesos, de los 400 o 450 pesos que tenían que recibir», se quejaba el delegado de planta del Sindicato de Trabajadores la Industria de la Alimentación, Antonio Banegas, ayer a las 15 rodeado de unos cien obreros que aportaban información.

«Es un círculo vicioso, mientras la empresa dice que un día no trabajado es un día no cobrado los obreros plantean su reclamo. Para la provincia no hay mucho que hacer porque las relaciones están dañadas desde hace rato entre las dos partes. Por ahora no hemos evaluado si esto afecta significativamente el movimiento económico de la pesca en general. Pero estamos esperando el dictamen de la Secretaría de Trabajo para ver cómo seguimos», afirma un alto funcionario del área de la Producción.

El Estado se comprometió ante los obreros a evitar que un camión cargado de pescado salga de la provincia para ser procesado en otros sitios. Esos 1.400 cajones corren riesgo, una de las cinco plantas pesqueras locales vuelve a paralizarse y la actividad productiva en general siente el impacto.