Se caen las hipótesis y la investigación está estancada

A cuatro días del asesinato de Marcela Aravena, los investigadores están como en el primer momento. No tienen una línea investigativa firme y las pocas pistas van cayendo poco a poco. Declaró el hombre con el que la joven habría tenido una "relación". Se desvanecieron las sospechas sobre él. Ayer despidieron a sus restos en Patagones.

LA PLATA – Mientras unos 150 acongojados vecinos despidieron los restos de Marcela Aravena en el cementerio de Patagones, la investigación del crimen de la joven estudiante maragata parece haberse «estancado». Es más, algunas hipótesis con que contaban los investigadores comenzaron a desvanecerse en las últimas horas.

Una de las declaraciones más esperadas era la del hombre de 35 años que habría mantenido una especie de relación sentimental con la joven Marcela Aravena.

Apenas conocido este dato, los investigadores apuntaron al testimonio de esta persona como una de las posibilidades más relevantes para lograr el esclarecimiento del hecho. El hombre llegó a estar demorado un par de horas, pero tras prestar declaración quedó nuevamente en libertad.

Ayer trascendió que frente al fiscal aseguró que el sábado pasado a la tarde -día en que cuando ocurrió el asesinato- se encontraba en una panadería de su propiedad.

Incluso varias personas atestiguaron que lo vieron trabajando durante la tarde de ese día. Es por ello que la posibilidad de que esta persona pudiera tener algún tipo de vinculación con el hecho, quedó prácticamente descartada.

Además, el declarante -quien es casado- negó que fuera novio de Marcela Aravena, aunque sí reconoció que habían salido a almorzar en un par de oportunidades.

Ayer se habló también de una posible vinculación con denominado «doble crimen de Bahía Blanca», cuyas víctimas fueron el hijo de un comisario y su novia. Rumbo a La Plata habían viajado dos fiscales bahienses, quienes se reunieron con su par Marcelo Martini, quien lleva adelante las investigaciones del caso de la joven de Patagones. También se mencionó en un principio que Raúl Aravena había trabajado como policía en Bahía Blanca.

Sin embargo, esta versión fue desmentida alrededor del mediodía de ayer, ya que se confirmó que el padre de la joven maragata revestía funciones en la Policía de Río Negro, más precisamente en los Tribunales.

De todos modos, la posibilidad de que ambos hechos delictivos hayan tenido alguna relación «estaba agarrado muy de los pelos», se confirmó ayer desde la capital bonaerense.

Los e-mail que Marcela le había enviado a su hermano Isaías horas antes de ser asesinada, tampoco habrían aportado datos de importancia. «No tenemos nada firme», le reconoció el fiscal a periodistas de La Plata.

Uno de los puntos en que creen estar seguros los investigadores, es el sexo del atacante. Para ellos el asesino fue una persona de sexo masculino «por la forma en que fue ejecutada la víctima».

De todos modos, esta suposición no achica en nada el panorama de sospechosos.

Ayer se supo que las declaraciones prestadas por Nora Aravena -hermana de la víctima- y el amigo que la acompañaba cuando encontraron el cuerpo sin vida de Marcela, tampoco habrían permitido avanzar en cuanto a las hipótesis a seguir. Ninguno pudo aportar algún detalle que permita deducir el motivo del crimen, y mucho menos quién pudo haber sido el autor del asesinato.

También declararon ante el fiscal varios compañeros de estudio de Marcela Aravena. En todos los casos coincidieron en la forma de ser tranquila de la joven y que nunca se enteraron que haya tenido problemas con alguien.

Tras esto, los investigadores siguieron sin poder sacar un dato concreto que pudiera orientar a los pesquisas, a más de tres días de cometido el asesinato.

De lo que sí están seguros, es que el autor tiene que haber sido un conocido de la muchacha, ya que ésta le abrió la puerta y no hubo discusión, se cree que tampoco forcejeo, ni mucho menos desorden en el departamento. Incluso desde un primer momento se había descartado el móvil del robo, ya que en una mesa del inmueble había dinero a la vista y el agresor no se lo llevó.

Tampoco se pudo, hasta el momento, rescatar algún dato del interior del departamento. Las pericias realizadas allí no habrían arrojado datos de importancia para la investigación.

En el esclarecimiento del caso se encuentran abocados medio centenar de policías, aunque el panorama de pistas a seguir que tienen es realmente muy pobre. Mientras tanto, los días van pasando y las pruebas que no se recolectan durante las primeras horas de investigación, y que son fundamentales para esclarecer la mayoría de los crímenes, luego son muy difíciles de recuperar. (AR).


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