Se consolida el cultivo de fruta fina

Mientras crece la demanda, queda mucho camino por recorrer para un sector que es fuerte dinamizador de economías locales.

Un clúster patagónico en alza

Desde 1998, momento en que se institucionalizó el primer Programa de Desarrollo Provincial para el Cultivo de las Frutas Finas en la provincia del Neuquén, se fueron suscitando diferentes acciones de iniciativas públicas como privadas, las cuales ciertamente han contribuido a consolidar un nuevo sector productivo en la región, una genuina alternativa de desarrollo socioeconómico con potencial para muchas localidades y una verdadera opción de diversificación, ante los cambios estructurales que requieren los valles irrigados de la región y su tradicional trama productiva. Actualmente, en torno al Programa Frutas Finas del Centro Pyme-Adeneu (Agencia de Desarrollo Económico del Neuquén), participa una veintena de productores, muchos de los cuales a su vez están agrupados en torno a la Asociación de Productores de Frutas Finas de la Patagonia y a la Cámara de Productores de Frutas Finas de la Patagonia. Los frutos producidos por este puñado de establecimientos, dedicando tan solo una superficie promedio que está en alrededor de las tres hectáreas para estos cultivos, han generado en la reciente temporada 2012/2013 un negocio de 2,1 millones de dólares (por comercialización de fruta fresca y congelada), en apenas 72 hectáreas de superficie y con una producción de 552 toneladas. Estos finos frutos regionales, ya sean frescos como congelados, abastecen fundamentalmente los mercados inmediatos (locales y regionales), con presencia en las principales ciudades patagónicas, llegando con frutillas frescas hasta la mismísima Tierra del Fuego, y al mercado nacional, a través de su distribución en cadenas de supermercados y el abastecimiento a industrias del sector alimenticio, habiendo también exportado cuando el tipo de cambio mantenía competitividad en esos mercados. La demanda de estas frutas en el ámbito nacional como regional se incrementa año a año y su expectativa de negocios en el actual contexto económico sigue siendo alentadora. El sector de las frutas finas es claramente dinamizador de las economías locales, demandante de servicios e insumos, como de mano de obra, habiendo ocupado en la última temporada unos 900 operarios entre puestos permanentes y temporarios en el campo y en las salas de empaque. El berry más productivo por rendimiento e ingresos por hectárea ha sido la frutilla, habiéndose pagado 20 $/kg de fruta fresca promedio al productor, con rendimientos que están entre las 20 y 25 toneladas por hectárea. Sin embargo, la mejor relación precio/kilo lo obtuvieron las frambuesas y zarzamoras (blackberries) con un valor que estuvo en torno de los 25 y 30 $/kg pagado al productor (fruta congelada y fresca). Este sector, el cual aún tiene por delante mucho por crecer, actualmente dispone de diversas y específicas operatorias crediticias, las que tienen por objeto acompañar sus necesidades de producción y desarrollo. Dispone del denominado Programa de Asistencia Financiera de Campaña Anual, el cual tiene por objeto el prefinanciamiento de capital de trabajo con destino al pago de mano de obra e insumos destinados a la producción como al empaque, a tasa fomento; del financiamiento ANR – Prosap, el cual financia inversiones como aporte no reembolsable hasta un 40% del valor de la misma con un máximo de $ 70.000 por establecimiento, o $ 900.000 para proyectos grupales; y del Programa de Reconversión Frutícola Provincial con ANR – Prosap, específicamente para establecimientos productores de cerezas. Para garantizar un desarrollo sustentable del sector en la región, sumando voluntades y esfuerzos desde el ámbito público como privado, nueve organizaciones de productores y una de elaboradores de frutas finas localizados desde Neuquén hasta Esquel han constituido junto con las provincias del Neuquén, Río Negro y Chubut, a través de sus organismos para el desarrollo (Centro Pyme-Adeneu, Agencias Crear y Corfo Chubut) e instituciones de I+D como el INTA y la Universidad de Río Negro, el denominado Clúster Norpatagónico de Frutas Finas. El mismo es promovido desde el área de competitividad del Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales), dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. A través de este clúster, el sector definió su estrategia para mejora de su productividad y competitividad, acciones que se vienen ejecutando a lo largo del año con la implementación de nueve proyectos específicos financiados por Prosap y de ejecución interinstitucional. Aníbal Caminiti Programa Frutas Finas www.cepymeadeneu.com.ar www.clusterfrutasfinas.net


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