Se desacelera la dolarización pero el crédito no levanta cabeza

El dato positivo es que el ritmo de dolarización disminuyó casi un 50% en el mes de julio, gracias a la bonanza global y alguno que otro control interno.

Había dudas sobre el futuro de la dolarización. No se sabía si iba a continuar después de las elecciones, si se iba a frenar, si iba a haber medidas por parte del BCRA o por parte del poder ejecutivo, etc

Luego de un segundo trimestre en el que el sector privado compró US$5.519 millones, el primer dato posterior a las elecciones arrojó que el ritmo de dolarización se desaceleró en el mes de julio. Según nuestras estimaciones, la salida de capitales del sector privado no financiero del séptimo mes del año fue de aproximadamente US$1.280 millones. Este valor se encuentra por debajo del promedio anual de fuga de capitales de US$1.800 millones y cerca del mes de enero, cuando se registró, según el BCRA, la fuga más baja del año: US$1.200 millones.

Cuáles fueron las causas que llevaron a los privados a demandar menos dólares durante el mes en el país? Fue una combinación de bonanza global y mayor control de los jugadores del mercado cambiario.¿

En primer lugar, el mundo está en plena recuperación de los inversores, aunque obviamente conserva la volatilidad que caracterizó los seis meses anteriores del año corriente. Sin embargo, la certeza de que por fin vamos a ver un trimestre de crecimiento generó una confianza renovada en los mercados emergentes. Así, el índice Bovespa se incrementó un 51,9% desde fines del año 2008.

En este marco, los títulos argentinos, más allá de no ser los preferidos por los inversores internacionales, han recuperado terreno gracias a sus rendimientos exorbitantes en dólares. Este hecho, junto al importante compromiso del Gobierno de cumplir a rajatabla las fechas de los vencimientos de capital e intereses, ha producido una fuerte demanda de bonos públicos argentinos que permitió a bonos como el BODEN12 disminuir su rendimiento casi 1.000 puntos básicos en menos de un mes.

En segundo lugar, y nunca fuera del fenómeno global del optimismo, la presión por una devaluación continuó menguando debido a que el Brasil y, en particular, sus activos locales siguen siendo la vedette de los mercados internacionales. La fuerte entrada de divisas ya generó una apreciación del real de más del 6,3% frente al dólar, lo que permitió que la moneda brasilera superara la barrera de 1,90 reales por billete estadounidense el día 23 de julio.

Por último, hay que destacar el aumento de los controles en el mercado cambiario que está ejerciendo la AFIP. Un valor estimado de los costos de la intervención es la disminución abrupta en los montos negociados en el mercado futuro de monedas del MAE. Luego de incrementar año a año el volumen de mercado, 2009 marca un cambio abrupto de tendencia y devuelve los volúmenes negociados a valores de 2006. 

En este marco de menor demanda de dólares del sector privado no financiero, ya sea por una relativa calma o por que simplemente “no se puede”, si sumamos las restricciones a las importaciones y unos precios internacionales en recuperación (nuevamente gracias a la bonanza global), el mercado cambiario se presentó mucho más tranquilo para el BCRA.

Por otro lado, el crecimiento de los depósitos en dólares volvió a mostrar un crecimiento positivo en el mes, $895 millones, aunque menor al del mes anterior y sin dudas más calmo que el del mes de marzo, cuando se disparó el flujo de ahorro a dólares, con un incremento de $3.569 millones.

 

FUENTE: abeceb.com


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