“Se encuadra en el sexto mandamiento”
En días pasados, han aparecido varias personas que respondieron al señor obispo por sus declaraciones en contra de la manipulación genética. ¿Qué les diría nuestro señor? La respuesta sería la misma que le dijo a Pedro (Mc. 8,33) “Retírate Satanás porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”. Al decir que la concepción asistida es “pecado” tiene razón, porque se encuadra en el sexto mandamiento. La ley es de Dios y ninguna autoridad, ley o capricho humano puede cambiarla, sin tener consecuencias graves, pues nada es superior a él. Uno puede o no creer y también obrar con toda libertad, pero nadie escapa a su juicio. El juicio de Dios no es apelable y le dice a M. V. que será “demasiado tarde para llorar y arrepentirse”. ¿Cómo sabemos que Dios existe?: las condiciones que nos permiten vivir, la “creación” es lo primero que él pone ante nuestros ojos, como razón de su existencia. Einstein, creía en la necesidad de un “ser todopoderoso”, inteligente y presente”. El universo es una creación inteligente y antes de crear al hombre, creó las condiciones para que pudiera vivir, por eso el hombre es el último en orden de la creación y este cuando se enfrenta al universo en su primer experiencia, tiene por delante el movimiento. La tierra que gira, el niño que se desarrolla, la semilla que germina, pero el niño necesita que se lo alimente, el árbol que se lo riegue y fertilice. Y la tierra, ¿cómo hizo para girar?. La noción de movimiento implica un motor distinto de él, o sea una causa distinta, necesaria incondicionada, increada e independiente de todo influjo. Todo efecto requiere una causa y a esa causa primera la llamamos Dios. Moisés Omill, DNI 7.297.457 – Cipolletti
En días pasados, han aparecido varias personas que respondieron al señor obispo por sus declaraciones en contra de la manipulación genética. ¿Qué les diría nuestro señor? La respuesta sería la misma que le dijo a Pedro (Mc. 8,33) “Retírate Satanás porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”. Al decir que la concepción asistida es “pecado” tiene razón, porque se encuadra en el sexto mandamiento. La ley es de Dios y ninguna autoridad, ley o capricho humano puede cambiarla, sin tener consecuencias graves, pues nada es superior a él. Uno puede o no creer y también obrar con toda libertad, pero nadie escapa a su juicio. El juicio de Dios no es apelable y le dice a M. V. que será “demasiado tarde para llorar y arrepentirse”. ¿Cómo sabemos que Dios existe?: las condiciones que nos permiten vivir, la “creación” es lo primero que él pone ante nuestros ojos, como razón de su existencia. Einstein, creía en la necesidad de un “ser todopoderoso”, inteligente y presente”. El universo es una creación inteligente y antes de crear al hombre, creó las condiciones para que pudiera vivir, por eso el hombre es el último en orden de la creación y este cuando se enfrenta al universo en su primer experiencia, tiene por delante el movimiento. La tierra que gira, el niño que se desarrolla, la semilla que germina, pero el niño necesita que se lo alimente, el árbol que se lo riegue y fertilice. Y la tierra, ¿cómo hizo para girar?. La noción de movimiento implica un motor distinto de él, o sea una causa distinta, necesaria incondicionada, increada e independiente de todo influjo. Todo efecto requiere una causa y a esa causa primera la llamamos Dios. Moisés Omill, DNI 7.297.457 - Cipolletti
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