Se habla de la sucesión en Capital

BUENOS AIRES (DyN).- A menos de 24 horas de las elecciones que definieron el futuro del país para los próximos cuatro años, comenzó ayer la campaña electoral para elegir al nuevo jefe de Gobierno porteño, que será el único acto comicial del año 2000.

El actual titular de la ciudad autónoma y flamante presidente electo Fernando De la Rúa debió salir ya al cruce de versiones que colocaban a su vice, Carlos «Chacho» Alvarez, dispuesto a resignar ese puesto institucional algo desdibujado para lanzarse de lleno a la competencia en la ciudad.

«De ninguna manera es cierta la versión, Aníbal Ibarra es el candidato de todos», dijo De la Rúa en un claro intento por cerrar por anticipado una polémica en el seno de la coalición

Cuando todavía no se apagaban los ecos del festejo aliancista por la victoria de su fórmula presidencial, Ibarra -que meses atrás quedó consagrado como el candidato de la coalición para suceder a De la Rúa al frente de la ciudad autónoma- empapeló las calles de Buenos Aires con sus carteles de propaganda.

Por su parte, Domingo Cavallo que se afianzó en la capital como la segunda fuerza detrás de la Alianza, empezó a andar ayer mismo el camino para postularse al gobierno de la ciudad autónoma, una posibilidad que estuvo siempre en su estrategia política.

En medio de este panorama, el justicialismo porteño, que en los comicios de ayer sólo logró colocar un diputado en el Congreso, enfrenta una diáspora de militantes que hacen cada vez más difíciles las chances electorales de su candidato a jefe de Gobierno porteño, Raúl Granillo Ocampo, quien ganó ese puesto en abril pasado en unos discutidos comicios internos.