Se hizo pasar por médico e intentó un “cuento del tío” en Roca

ROCA (AR).- Una mujer de 75 años y su marido, de 88, estuvieron a punto de ser víctimas de un nuevo y estudiado “cuento del tío” en Roca. Pero la jubilada sospechó a tiempo y logró que el desconocido se retirara de la casa con las manos vacías. Según relató a este medio uno de los hijos de la pareja, el hecho ocurrió el pasado sábado, poco después de las 18, cuando en la casa del matrimonio se presentó un hombre de mediana edad, “bien vestido y con muy buenos modales”. Desde la vereda, con gran soltura, el sujeto saludó a la jubilada. Aprovechando su parecido físico, se hizo pasar por un conocido médico traumatólogo de la ciudad, de quien casualmente la mujer había sido paciente poco tiempo atrás. La llamó por su nombre de pila, le preguntó por su marido -de quien también conocía el nombre- y apenas la mujer abrió la puerta el falso médico se metió en el living. Les mencionó a uno de los hijos de la pareja, también identificándolo con precisión, y les dijo que necesitaba “guardar un dinero” junto con los ahorros de los jubilados porque “estaba por viajar” y no tenía dónde dejar el efectivo. Fue entonces que la señora comenzó a desconfiar y se sentó frente a la puerta que conducía a las habitaciones, para impedirle el paso. El desenvuelto ladrón comenzó entonces a conversar amablemente con el anciano, y hasta se probó en su mano un anillo de oro que usaba el jubilado. Cuando la mujer, finalmente, lo convenció de que en la casa no guardaban dinero “porque está todo muy inseguro” y le reclamó el anillo, el delincuente se supo descubierto. Sin ejercer violencia, se retiró de la céntrica vivienda. Según describió el hijo de las víctimas, se movilizaba en un auto “chico, gris o azul oscuro, con patente terminada en 198”. Dentro del auto los jubilados alcanzaron a ver a una mujer en el asiento del acompañante.


ROCA (AR).- Una mujer de 75 años y su marido, de 88, estuvieron a punto de ser víctimas de un nuevo y estudiado “cuento del tío” en Roca. Pero la jubilada sospechó a tiempo y logró que el desconocido se retirara de la casa con las manos vacías. Según relató a este medio uno de los hijos de la pareja, el hecho ocurrió el pasado sábado, poco después de las 18, cuando en la casa del matrimonio se presentó un hombre de mediana edad, “bien vestido y con muy buenos modales”. Desde la vereda, con gran soltura, el sujeto saludó a la jubilada. Aprovechando su parecido físico, se hizo pasar por un conocido médico traumatólogo de la ciudad, de quien casualmente la mujer había sido paciente poco tiempo atrás. La llamó por su nombre de pila, le preguntó por su marido -de quien también conocía el nombre- y apenas la mujer abrió la puerta el falso médico se metió en el living. Les mencionó a uno de los hijos de la pareja, también identificándolo con precisión, y les dijo que necesitaba “guardar un dinero” junto con los ahorros de los jubilados porque “estaba por viajar” y no tenía dónde dejar el efectivo. Fue entonces que la señora comenzó a desconfiar y se sentó frente a la puerta que conducía a las habitaciones, para impedirle el paso. El desenvuelto ladrón comenzó entonces a conversar amablemente con el anciano, y hasta se probó en su mano un anillo de oro que usaba el jubilado. Cuando la mujer, finalmente, lo convenció de que en la casa no guardaban dinero “porque está todo muy inseguro” y le reclamó el anillo, el delincuente se supo descubierto. Sin ejercer violencia, se retiró de la céntrica vivienda. Según describió el hijo de las víctimas, se movilizaba en un auto “chico, gris o azul oscuro, con patente terminada en 198”. Dentro del auto los jubilados alcanzaron a ver a una mujer en el asiento del acompañante.

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