Se olvidaron a un preso encerrado en un móvil y al rayo del sol

NEUQUEN (AN).- Los encargados del traslado de detenidos se olvidaron un preso dentro de un camión, que quedó estacionado en la Jefatura de Policía. El hombre estuvo tres horas al sol, hasta que se dio cuenta de que algo pasaba y empezó a patear la puerta desesperado pidiendo que le abrieran. El insólito episodio provocó un revuelo considerable hasta que apareció la llave para liberarlo.

Según trascendió, el hecho ocurrió el lunes. Los policías que trabajan en la división Judicial y Traslado tienen orden de dejar los camiones que utilizan para trasportar detenidos estacionados en la Jefatura cada vez que terminan la tarea diaria.

El lunes a las 13 cumplieron la directiva. Entre los móviles que quedaron en el playón de la calle Richieri estaba el número 268.

Hacia las cuatro de la tarde, tres horas después, un policía que pasó por al lado de ese camión se llevó el susto de su vida cuando escuchó golpes que provenían del interior. No era un fantasma, como pensó en un principio: el que pateaba desesperado era un interno de apellido Ocampo, quien había quedado «olvidado» dentro del móvil.

Las fuentes indicaron que Ocampo está alojado en la Unidad 16. El lunes a la mañana lo trasladaron hasta los juzgados de Instrucción, ubicados en la calle Santiago del Estero, para realizar un trámite relativo a su causa penal, y luego debían devolverlo a su lugar de detención.

Pero por alguna razón que se investiga, los encargados del traslado de olvidaron de ese detalle y lo dejaron encerrado, estacionaron el móvil en la Jefatura y se fueron de franco a su casa.

Ocampo quedó en el interior del camión esposado, y dentro de una de las celdas internas en las que apenas cabe una persona.

Como no podía ver hacia afuera no sabía dónde estaba, pero seguramente le llamó la atención la prolongada inmovilidad del vehículo. Cuando el calor, el hambre y la sed se hicieron intolerables, empezó a las patadas, desesperado para que alguien lo ayudara. Ahí fue cuando por casualidad pasó un efectivo por al lado del móvil 268 y lo escuchó.

El insólito caso movilizó al interventor de Unidades de Detención, Hugo Rosas, y hasta al subjefe de la Policía, Julio Trepat. Al parecer, indicaron las fuentes, la llave para abrir el camión no aparecía por ningún lado, lo cual prolongó el encierro del individuo.