Se profundizan las divisiones en la CGT

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BUENOS AIRES.- El sindicalismo comenzó a mover las primeras piezas entre los sectores que pretenden protagonizar la puja que en julio próximo se pondrá sobre el tapete para designar a la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT). “Con el gobierno como jugador, va a ser difícil evitar una nueva división en el sindicalismo”, razonó un gremialista, afín al jefe de la CGT, Hugo Moyano. La fragmentación ya existe en los papeles, habida cuenta que el barrionuevismo, el sector de “los gordos”, los independientes y el moyanismo se consolidaron como grupos autónomos, aunque todos ellos siguen perteneciendo a la CGT. Sin embargo, lo que ocurriría a partir de julio es una redistribución de los grupos. De esa manera, en el gobierno descuentan que la denominada Confederación de gremios industriales jugará como un sector fuerte en la interna sindical. Desde hace tiempo en la Casa Rosada repiten que “no tenemos otro candidato que Antonio Caló” de la UOM, para reemplazar a Moyano. Por eso, en el hipotético esquema de que Caló se alzara con la conducción cegetista, en el gobierno saben que Moyano pasará a ser disidente. Un polo afín al gobierno Lo mismo ocurriría si Moyano se mantiene en la conducción de la central obrera. Entre el metalúrgico Caló y el mecánico Ricardo Pignanelli (SMATA) consolidarían un nuevo polo sindical, tan afín al gobierno nacional como el sector de los independientes de Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). La tragedia ferroviaria de la estación Once marginó momentáneamente la interna sindical y el sorpresivo protagonismo que tuvo en las últimas semanas la cuestión Malvinas o, en los últimos días, el aumento de un cien por ciento de las dietas de los legisladores. Tal vez sea correcto que el nivel salarial de los legisladores nacionales de la Argentina no sea el mas alto a nivel regional y que se ubique, como un informe mexicano lo aseguró, en el mismo nivel que el de los uruguayos. (DyN)

En la CGT para un peronista no hay nada mejor que otro peronista.