¿Se puede jugar sin Lionel?

Batista debe buscar respuestas a la “messidependencia”.

¿Hay vida después de Messi? El amistoso del seleccionado argentino con la modesta Costa Rica, que terminó en un flojo 0-0, reafirmó la (preocupante) idea de que el fútbol albiceleste sólo respira y tiene pulso cuando el crack rosarino está en cancha. La Pulga, debido a una sobrecarga muscular en el aductor derecho, faltó por primera vez a un partido del ciclo Batista y seguramente Checho quedó preocupado, más allá de que en conferencia de prensa señaló que “ningún jugador quedó en deuda”, (ver aparte), el sistema no funcionó como sí lo hizo en pasajes del primer tiempo ante Estados Unidos. Es cierto que los cambios fueron muchos de un partido a otro, pero el sustancial fue el de Messi. Frente a los norteamericanos, La Pulga fue eslabón central en la cadena de toques para armar el circuito futbolístico pero, sobre todo, fue quien resolvió en los últimos metros, el encargado de quebrar la resistencia de la defensa rival en base a velocidad, gambeta y justeza en las maniobras. El martes por la noche, Argentina fue un equipo previsible, sin cambios de velocidad, con muchos jugadores capacitados para comenzar las jugadas –Banega, Biglia, Banega, Sosa, Belluschi– pero con poca ejecución. Varios contrastes: ante Estados Unidos, durante el primer tiempo el seleccionado creó al menos cinco situaciones claras de peligro dentro del área rival; frente a los centroamericanos, sólo tuvo una José Sosa, tras una buena habilitación de Banega. Después, todos fueron disparos de media distancia y pases en cortada que terminaron en las manos del veloz arquero Keylor Navas. La buena: que el equipo mantuvo una línea, un estilo y que no renunció a ella por desconfianza o impaciencia. Es lógico que la ausencia de Messi provoque un vacío futbolístico, pero es preocupante que no tenerlo en cancha transforme al equipo en una maquinaria anodina, fácil de leer, entender y desactivar para los rivales. Desde ya, sería un error magnificar la sensación de negatividad y descontento que dejó el último amistoso. Justamente porque eso un amistoso. Batista debe profundizar en su proceso de construcción y concreción de la idea. Eso sí, también necesita buscar respuestas ante la ‘messidependencia’ y hacerle entender a sus dirigidos que debe tocar para jugar y no jugar para tocar. (SB)

seleccionado

Pastore y Beluschi no generaron el fútbol esperado.

AP


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