Se quedó sin frenos y mató a una mujer: lo absolvieron

La falla mecánica no era atribuible al conductor, quien creía haber comprado un auto “impecable”, dijo el juez.

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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La falla mecánica que ocasionó una tragedia de tránsito en Bariloche “no era atribuible al imputado”, consideró el juez correccional Gregor Joos. Tampoco era del conductor la obligación de verificar si el ajuste de una abrazadera del sistema de frenos era el correcto. Con tales argumentos absolvió al conductor del auto que ocasionó la muerte de una mujer. Basó parte de su fallo absolutorio en el informe del ingeniero mecánico que refirió que “una vibración sumada al defectuoso ajuste de la abrazadera, provocó el ingreso de aire y la imposibilidad de frenado”, al perder el sellado de vacío en la conexión con el servo. Poco después de las 12 del 12 de diciembre de 2009, Jorge Ernesto Maldonado conducía el Fairlane que había adquirido unos días antes por la fuerte pendiente de la calle Beschted. Al quedar sin frenos cruzó la rotonda de la calle Brown y embistió a un Escort que circulaba por esta última. Pese a que el impacto se produjo sobre el lateral izquierdo del Escort, murió en el acto la acompañante del conductor, por el efecto “látigo” que ocasionó el impacto sobre su cuello, en tanto que el conductor, Cristian Castro, sufrió lesiones graves. Ese sábado, Maldonado conducía acompañado por su esposa y tres hijos menores, y al iniciar la pendiente de Beschedt y aplicar los frenos el auto adquirió cada vez mayor velocidad, chocó contra el Escort e hizo que se desplazara 13,50 metros. Norma Beatriz Garcés sufrió lesiones que le causaron la muerte en el acto, y Castro, su yerno, heridas consideradas graves. Maldonado admitió que el auto se quedó sin frenos, pero aseguró que los mismos estaban en buen estado, y un testigo, mecánico y anterior usuario del Fairlane, declaró que “le faltaba el cable del freno de mano, pero los frenos y las cubiertas eran nuevas”. El fiscal Guillermo Lista pidió que le impongan dos años de prisión en suspenso y siete de inhabilitación a Maldonado “porque pudo haber comprado el auto de buena fe, creyendo que estaba óptimo, pero no verificó los frenos y quedó demostrado que no funcionaban. Esto habla de la negligencia, de la falta de deber de cuidado del acusado”, alegó. Pero al dictar el fallo absolutorio, el juez Joos valoró el testimonio de quien vio a Maldonado accionar la bocina con vehemencia para alertar del peligro, y que el anterior titular del auto era propietario de un taller mecánico en el que trabajaban su hermano y su tío, quienes le habían recomendado que lo compre “porque el auto estaba impecable”.


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