Se suman elementos contra el único sospechoso 

CIPOLLETTI.- Diego Giménez (31) no sólo se autoincriminó ante el fiscal en comisaría Ricardo Romero. Momentos antes lo hizo ante dos peritos cuando le secuestraron las alpargatas que lo comprometen «en un 100%» en el caso.

A ellos también les contó que mató a José Vázquez tras una discusión por el valor del recorrido desde Cipolletti a Allen. Les dijo que el taxista le quiso cobrar 24 pesos por un viaje que acostumbraba a realizar por 18.

Los tres testimonios fueron incluidos al expediente y forman parte de los indicios en contra del único sospechoso del homicidio. Pero más allá de estas dos confesiones -que tienen valor relativo porque no fueron realizadas ante el juez de instrucción y con la asistencia de un defensor-, se supo por qué dicen que la pericia efectuada al calzado compromete en «un 100%» al imputado.

En este caso, el calzado de Giménez tenía algunas roturas iguales a las huellas que se levantaron en la escena del crimen.

Otro elemento de valor es que no se encontró sólo una pisada cerca del auto de Vázquez para cotejar, sino que fueron varias con las mismas características.

Trascendió que tras el hallazgo del cuerpo del taxista, los peritos lograron seguir el rastro del asesino desde el Fiat Palio donde estaba la víctima hasta unos 200 metros de distancia en dirección a Allen. Y siempre las huellas tuvieron las mismas marcas «adquiridas».

Giménez tampoco podría argumentar en su defensa que sólo tenía puestas esas alpargatas cuando lo detuvieron y que no le pertenecen, porque cuando se las quitaron para secuestrarlas, tenía hasta la piel tostada por el sol con la marca que deja ese calzado. Esto es lo más firme que hay en contra del sospechoso.

Hasta ahora no se han podido cotejar huellas dactilares ni tampoco se halló el revólver calibre 22 que ultimó al taxista. El arma se sigue buscando en el canal principal de riego, a la altura del puente de Millacó de Allen, donde Giménez dijo que se deshizo del revólver luego del crimen.

Fuente: (AC).