Secuestraron una embarcación y un auto en El Hoyo

Tendrían alguna relación con el doble crimen de Epuyén, cometido en 1997.La causa tomó un repentino impulso, aunque no hubo nuevas detenciones.

EL BOLSON (AEB).- La investigación por el «doble crimen de Epuyén», el horrendo hecho ocurrido en 1997, parece entrar en una etapa de definiciones. A pesar del estricto secreto sumarial decretado por el juez Colabelli de Esquel, trascendió que en los últimos días se realizaron varios allanamientos con el secuestro de una embarcación y un vehículo en la localidad de El Hoyo.

En tanto, el principal sospechoso del hecho, ahora sobreseído en esta causa, se considera un «chivo expiatorio de este crimen inmobiliario».

Los cuerpos de Verónica Schuttoff y su hijo Esteban Cseh aparecieron masacrados en su propiedad de Planicie Grande, en la Semana Santa del «97. La violencia utilizada para ultimarlos y el móvil poco claro del ataque orientaron la investigación hacia intereses inmobiliarios, aunque nunca se descartó un intento de robo.

Distintas líneas de pesquisa permitieron la detención de Marcelo Falcón, alias «Monstruón», sindicado como principal sospechoso. Pero un análisis de ADN realizado sobre distintas manchas de sangre encontradas en el lugar no coincidió con su patrón genético y eso le valió el sobreseimiento en la causa.

El hombre, ahora detenido en la cárcel federal de Rawson por posesión de estupefacientes, envió una nota a los medios de prensa chubutenses donde sostiene que las tierras donde ocurrió el doble homicidio «no se podían vender ni entregar, no tenían ni la sesión ni la escritura correspondiente, eran tierras fiscales ocupadas por más de 40 años por la familia Schuttoff, específicamente por las dos víctimas. La hija, Marcela, estuvo distanciada por problemas económicos y diferencias familiares».

Falcón también afirma que «asesinados los ocupantes de esas valiosas tierras, por ley le corresponde a la única heredera, siempre y cuando el crimen se hubiera aclarado y con la causa totalmente cerrada».

Por ello, el ex-imputado considera que fue involucrado «al necesitar un chivo expiatorio para justiciar el cierre definitivo de la causa y de esa forma legalizar la entrega de tierras y así poder venderlas legalmente».

Precisamente, poco tiempo después del homicidio, las tierras cambiaron de dueño, siendo su nuevo propietario un empresario de apellido Fernández sobre quién, ex-concejales de Epuyén, habrían señalado públicamente que ofreció «coimas» par agilizar una ordenanza que permitía la venta de las tierras.

El juez Colabelli decretó nuevamente el secreto sumarial en la causa. A pesar de ello, trascendió que una comisión policial, que investiga el doble crimen, secuestró en El Hoyo una embarcación y un vehículo que podrían haber sido utilizados en el hecho. No hubo nuevas detenciones.

Fuentes allegadas a la investigación sugirieron que, aunque los secuestros se realizaron en la región cordillerana del Chubut, los autores materiales del doble crimen no serían de la zona.


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