Seis años de prisión por abusar de dos niñas

Martín Mieres fue condenado ayer por una cámara criminal de Cipolletti. Los hechos ocurrieron entre el 2010 y el 2011 en un galpón de Catriel cercano a la vivienda de las víctimas.

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CATRIEL y CIPOLLETTI (ACA/AC).- La Cámara Criminal Segunda de Cipolletti condenó a seis años de prisión a Martín Mieres, de 64 años, por el abuso sexual gravemente ultrajante de dos niñas, de 4 y 8 años, a raíz de hechos que ocurrieron entre 2010 y enero del 2011 en Catriel. Mieres no asistió a la audiencia de lectura del fallo, del que ya tiene conocimiento su abogado, dijeron fuentes judiciales. A las 18 de ayer, los jueces César Gutiérrez Elcarás, Guillermo Baquero Lazcano y Pablo Repetto dieron por probado los dos hechos por los que Mieres llegó a juicio. El proceso, incluida la última audiencia de ayer, se realizó a puertas cerradas para preservar a las menores. Desde la Justicia se informó que “el primero de los hechos que se le imputan a Martín Mieres habría ocurrido entre el año 2010 y enero del 2011 en un galpón próximo a la vivienda que ocupaba la denunciante en circunstancias en que la menor de las niñas de cuatro años, fue a jugar. El acusado habría aprovechado la oportunidad para someterla bajo amenaza de golpearla, configurando un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima”. El segundo hecho habría ocurrido el 25 de enero del 2011 cerca de las 18 horas en el mismo galpón, en ocasión que la otra menor de ocho años también estaba jugando. La acusación fiscal indica que Mieres la habría abusado, lo que configura un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima”. Los hechos se hicieron públicos el 28 de enero de 2011, luego de que se denunció el segundo de los casos, lo que derivó en una ruidosa manifestación. Bien podría decirse que este caso fue uno de los que más movilizó a los habitantes de la comarca petrolera que marcharon por las calles pidiendo justicia y la detención de Mieres. Ese día, los manifestantes apedrearon la casa del abusador e incendiaron la vivienda de uno de sus hijos; desde entonces, no se lo volvió a ver en la localidad. Cuando el juez de instrucción Gustavo Herrera procesó a Mieres, consideró “estos delitos son difíciles de probar cuando sólo están presentes víctima y victimario y sólo se tiene la declaración del menor; ahora bien, valorando el informe psicológico, las versiones de las niñas son altamente creíbles”. Los agravantes valorados en la instrucción no se basan en que las menores hayan sido violadas sino porque el abuso fue “gravemente ultrajante”. Hubo sometimiento, reiteración y uno de ellos se cometió delante de la otra niña, lo que implica degradación y humillación.


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