Señor olvido

Los parientes malos de la política son la pérdida del sentido común y el consecuente desatino.

Posiblemente mucho de todo esto está sucediendo en Mainqué cuando el intendente Miguel Petricio toma y elude decisiones.

Caso extraño el de este fiel militante peronista cuando se lo reflexiona desde su gestión.

Reconoce por caso que en lo que hace al manejo administrativo de la comuna, no ha logrado orden. En esa línea admite que hay rendiciones financieras no muy prolijas. Entonces, a la hora de justificarse, echa la culpa a la crisis del 2001, como si no hubiese tenido tiempo para encarrilar el funcionamiento de la pequeña burocracia comunal.

Desde aquellas admisiones de errores, sin quererlo Petricio otorga sentido a las denuncias penales formuladas por algunos concejales.

Pero cuando se acuerda de estos, encuadra esas denuncias como producto de una conspiración destinada a voltearlo.

Y siempre de la mano de un sistema de razonamiento muy particular, reconoce que fue un error no convocar durante medio año a deliberar al Concejo Municipal. Explica su conducta mediante un simple «me olvidé».

Casi como ese colombiano que semanas atrás se fue de batucada y se olvidó a su hija de tres años en la selva.

– Me olvidé – confesó.

Nota asociada: Mainqué, signada por más violencia en el Concejo  

Nota asociada: Mainqué, signada por más violencia en el Concejo  


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