Separan del cargo al director denunciado por golpes

El titular del CEM de Ramos Mexía fue trasladado a otras funciones luego de la denuncia efectuada por la portera, quien lo acusó de haberle golpeado la cabeza contra la pared. Ayer la joven declaró en los Tribunales de Viedma. "No quiero que vuelva a pasar lo mismo", aseguró.

VIEDMA (AV).- Separaron del cargo al director del CEM de Ramos Mexía denunciado por agredir verbal y físicamente a una portera del establecimiento.

El Consejo Provincial de Educación ordenó ayer la separación transitoria de Pablo Pasquini como director interino del Centro de Educación Media Nº 28 de Ramos Mexía. Se le asignó una nueva ubicación sin alterar su remuneración.

En la respectiva resolución que lleva el Nº 939, se destacó que la gravedad del hecho amerita en razón del buen gobierno escolar ordenar su separación transitoria del cargo que detenta hasta tanto se esclarezca el hecho y en el marco de lo que establece la reglamentación docente, sin perjuicio de la intervención que le compete a la Junta de Disciplina Docente.

Pasquini reemplazó en el cargo al profesor Marcelo Ricci que fue asesinado en Viedma el 23 de marzo del año pasado.

En tanto Claudia Vanesa Carrillo, de 26 años, formuló ayer en los Tribunales de esta capital la denuncia penal correspondiente y también se entrevistó con el presidente del Consejo de Educación, Juan José Ruiz Rodríguez, quien le aseguró que no perderá su puesto de trabajo.

Claudia es madre de dos hijos, un varón de nueve y una nena que ayer cumplió los ocho años. Desde hace tiempo es portera en este establecimiento de donde ella egresó, formando parte de la primera promoción.

Un poco más calma pero con las huellas de la violencia en su rostro, Claudia recordó el difícil momento vivido.

Reiteró que fue en la noche del lunes, ante la insistencia de Pasquini de que firmara un acta en la que el director sostenía una falta sin aviso de la portera, quien se negó a firmarla al recordarle que le había avisado en forma verbal que faltaría porque debía viajar por razones médicas, a cobrar su sueldo y para inscribirse en la universidad.

«No era la primera vez que me gritaba delante de la gente, pero después que firmé el acta y nos quedamos solos en la cocina, me tomó del pelo y me empezó a golpear la cabeza contra la pared. Fue muy vivo porque no me tomó del cuello para no dejar marcas», recordó. No obstante, el rostro de Claudia evidencia con gruesas líneas violetas debajo de los ojos y en la nariz, y una marca de otra lesión en la frente la violencia denunciada.

Acompañada por un abogado de UPCN, la mujer declaró extensamente ayer en Tribunales, donde detalló lo sucedido. «Nunca pensé que esto me podría pasar pero no quiero que le ocurra a nadie más. Es muy doloroso. Por eso no me voy a quedar callada y voy a denunciar donde sea necesario lo sucedido».

Tras la difícil situación vivida, Claudia recurrió a la Policía en vez de cruzar a su casa para evitar asustar a sus hijos y a su madre, así como alguna reacción de su marido en la escuela.

En la comisaría fue examinada por una médica que indicó unos calmantes pero en horas de la madrugada el intenso dolor la obligó a recurrir a la salita donde quedó internada.


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