Sepultaron a Báez junto a su hermano
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Carlos Báez era un chico cuando mataron en una pelea a su hermano Marcelo, hace unos diez años. El joven, de 22 años, fue enterrado en el cementerio municipal. Y ayer, la familia sepultó en la misma tumba a Carlos, quien murió el miércoles como consecuencia de las quemaduras internas que sufrió durante el motín en la cárcel local, donde cumplía una condena por robo. El sepelio de Carlos Báez se realizó ayer pasadas las 12:30. Participaron familiares, amigos, vecinos, trabajadores municipales y hasta empleados del centro de salud del barrio Arrayanes, donde creció el joven. El cortejo fúnebre salió de una iglesia evangélica, donde se realizó el velatorio, distante a pocas cuadras del cementerio. Los vehículos avanzaron a paso de hombre hasta la necrópolis. Un pastor realizó la última oración y luego, los fieles de la iglesia cantaron acompañados de guitarras y panderetas, mientras sus familiares, amigos y vecinos se despedían de Báez. El joven murió, según indicó el director del hospital zonal, Víctor Parodi, tras sufrir una complicación respiratoria que sumada a las graves quemaduras que presentaba en las vías superiores causaron su fallecimiento. Báez tenía 23 años y había sido condenado a 5 de prisión por un robo con armas a unos repartidores, ocurrido en mayo de 2011. Había ingresado en la madrugada de Navidad al hospital, tras el motín en el pabellón 2. El exresponsable del penal, Hugo Almendra, dijo que los internos fueron lesionados durante un motín que originaron dos presos. Los familiares dudan y denunciaron las lesiones graves que presentaban varios internos. Ayer por la tarde, Raquel Báez dijo que realizarán el lunes a las 9 una marcha. “Vamos a reclamar justicia y que se empiecen a mover para que se investigue lo que pasó en el penal”, afirmó la hermana de Carlos. “No voy a descansar hasta que tengamos justicia por lo que le hicieron a mi hermano”, aseguró.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Carlos Báez era un chico cuando mataron en una pelea a su hermano Marcelo, hace unos diez años. El joven, de 22 años, fue enterrado en el cementerio municipal. Y ayer, la familia sepultó en la misma tumba a Carlos, quien murió el miércoles como consecuencia de las quemaduras internas que sufrió durante el motín en la cárcel local, donde cumplía una condena por robo. El sepelio de Carlos Báez se realizó ayer pasadas las 12:30. Participaron familiares, amigos, vecinos, trabajadores municipales y hasta empleados del centro de salud del barrio Arrayanes, donde creció el joven. El cortejo fúnebre salió de una iglesia evangélica, donde se realizó el velatorio, distante a pocas cuadras del cementerio. Los vehículos avanzaron a paso de hombre hasta la necrópolis. Un pastor realizó la última oración y luego, los fieles de la iglesia cantaron acompañados de guitarras y panderetas, mientras sus familiares, amigos y vecinos se despedían de Báez. El joven murió, según indicó el director del hospital zonal, Víctor Parodi, tras sufrir una complicación respiratoria que sumada a las graves quemaduras que presentaba en las vías superiores causaron su fallecimiento. Báez tenía 23 años y había sido condenado a 5 de prisión por un robo con armas a unos repartidores, ocurrido en mayo de 2011. Había ingresado en la madrugada de Navidad al hospital, tras el motín en el pabellón 2. El exresponsable del penal, Hugo Almendra, dijo que los internos fueron lesionados durante un motín que originaron dos presos. Los familiares dudan y denunciaron las lesiones graves que presentaban varios internos. Ayer por la tarde, Raquel Báez dijo que realizarán el lunes a las 9 una marcha. “Vamos a reclamar justicia y que se empiecen a mover para que se investigue lo que pasó en el penal”, afirmó la hermana de Carlos. “No voy a descansar hasta que tengamos justicia por lo que le hicieron a mi hermano”, aseguró.
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