Ser alemán, orgullo de nacionalizados

Tienen la piel oscura. Llevan nombres no cristianos, como Ramanan, que vive en Berlín. Provienen de familias que emigraron hace años de continentes lejanos.

Son árabes, negros, asiáticos. Y sin embargo llevan una camiseta blanca que recuerda a los símbolos de los neonazis, con esa águila negra sobre fondo blanco y esas siete palabras en letra gótica: «Ich bin stolz, ein Deutscher zu sein»: «Estoy orgulloso de ser alemán».

Son los protagonistas de una campaña antirracista lanzada en Berlín por una agencia de publicidad, «Scholz & Friends», y la Comisionada del Gobierno para Asuntos de Extranjeros, Marieluise Beck, del partido de «Los Verdes».

La frase «estoy orgulloso de ser alemán» fue «apropiada por la (extrema) derecha», explicó Beck en la galería berlinesa «Eigen- Art», donde fue presentada la campaña.

En este sentido, agregó, la campaña «es una provocación y, a la vez, la reconquista de una frase» que es un tabú entre los izquierdistas desde hace décadas. «Debo admitir que a mí, que me inicié en política por el movimiento estudiantil de mayo del «68, me cuesta pronunciar la frase», dijo Beck.

Hasta hace poco, la pertenencia a la comunidad alemana se definía únicamente por la sangre, y no por el lugar de nacimiento. Ser alemán y al mismo tiempo identificable como una persona «procedente de otro ámbito cultural» era incompatible. La campaña tiene, por lo tanto, todos los ingredientes de una provocación para el ciudadano medio alemán. Las fotos serán colocadas en carteles de 80 metros cuadrados en la calle, primero en Berlín y luego en todo el país. Los modelos -ninguno profesional- fueron escogidos al azar y no son estrellas, si bien hay uno que otro personaje de la farándula nacional, como el cantante Roberto Blanco, de origen cubano.

El director artístico de la campaña, Oliver Handlos, de 32 años, explicó que el objetivo de es «hacer frente a la ultraderecha sin levantar el dedo acusador». (DPA)