Ser visitante, una cruz

El Rojo suma 24 cotejos sin ganar fuera de casa.

Independiente quedó complicado en la Libertadores porque el 1-1 que se trajo de Mendoza le sirve de poco, ya que quedó en el fondo de la tabla del grupo 8, con 4 unidades. El Tomba es líder, con 7, pero deberá afrontar los dos partidos que le quedan en condición de visitante (Liga de Quito y Peñarol). El Diablo, por su parte, no gana de visitante desde hace 24 partidos.

Extraños primeros 45’ se disputaron en el Malvinas Argentinas. Movieron del medio y 40 segundos después estaba festejando el primer gol del partido la visita, porque Nicolás Cabrera lanzó un centro, Andrés Silvera la bajó de pecho en el borde del área y Matías Defederico le pegó de zurda y con justeza, para el 1-0.

Fueron momentos de desconcierto para el Tomba, que no conseguía hacer pie en su cancha y sufría con cada arremetida por el medio de Leandro Gracián o Federico Mancuello.

A los 4 Sebastián Torrico salvó dos veces su arco, mano a mano con el Cuqui Silvera, y sobre los 8 contestó Carlos Sánchez con un disparo que se fue cerca.

Justamente el carrilero uruguayo fue determinante para la levantada. Generalmente por derecha, el volante hizo estragos y lanzó varios centros en busca de la cabeza de Rubén Ramírez, una fórmula que daría resultados.

El rendimiento del Rojo mermó con el correr del cronómetro y comenzó a pararse cada vez más cerca de Hilario Navarro.

No sorprendió que cayera entonces el empate. Fue a los 33, cuando Sánchez volvió a llegar hasta el fondo por el carril derecho, lanzó un centro envenenado y Tito Ramírez le ganó a toda la defensa visitante para meter un frentazo y convertir su tercer tanto copero.

El intenso primer tiempo dio paso a un complemento que empezó con malas noticias para el Diablo, porque a los dos minutos Silvera puso un pase de novela para Defederico, que encaró, entró en el área, perdió con Sigali y se desgarró el isquiotibial. Unos minutos más tarde salió lesionado Gracián, como para sumarle más problemas al Turco.

Como sucedió en la Copa Sudamericana, Navarro salvó al Rojo con una atajada de novela tras un cabezazo de Israel Damonte. Nada sucedió desde ahí hasta el minuto 27 del complemento, cuando Silvera hizo un rodeo en la mitad de la cancha y metió un pase bárbaro para Fredes; el volante hizo casi todo bien, porque amagó, desparramó a dos defensores y quedó frente al arco, pero la tiró a las nubes.

Silvera volvió a entrar en acción como excelente lanzador y el que se lo perdió esta vez fue Facundo Parra.

De todas, el Tomba fue mejor en los últimos minutos y tuvo chances claras de marcar, dos con el indescifrable Sánchez -la figura de la cancha- y luego con un disparo de Roberto Russo que pegó en el palo y se fue. La última, segundos antes del pitazo final de Baldassi, la tuvo Parra, pero su cabezazo se fue por arriba.

¿Y ahora? Nada está dicho, porque el Rojo jugará ahora de local ante la Liga y luego viajará a Uruguay. El Tomba, por su parte, tendrá que afrontar sus dos choques fronteras afuera.

libertadores

Los dos mejores de la cancha: Carlos Sánchez fue un todoterreno en el césped mendocino; el Cuqui, lo más claro que tuvo el Rojo.


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