Serio déficit de vehículos para emergencias

SIERRA GRANDE (ASG).- El atípico fin de semana que se vivió en Sierra Grande entre accidentes e incidentes desnudó una cruda realidad en materia de salud. La demora de la ambulancia en llegar a los tres accidentes de tránsito del domingo dejó motivos para reflexionar acerca de lo débil y desprovisto que es el sistema de emergencias para asistir a personas heridas en accidentes u otras circunstancias. Con el primer accidente salió a la luz la primera dificultad: la ambulancia demoró por lo menos 20 minutos en rescatar a un joven que se estaba desangrando a 10 cuadras del hospital, luego de un violento impacto. “Llegamos primero los familiares, los bomberos, la policía… mientras que el teléfono de la guardia del hospital estaba todo el tiempo ocupado y recién después llegó la ambulancia”, señaló Marcela González, tía de adolescente herido. No solo eso sino que en el segundo accidente, que ocurrió minutos después, en el que un patrullero impactó contra un camión, los policías estuvieron cerca de 20 minutos tendidos en el asfalto, uno de ellos inconsciente y ensangrentado, hasta que llegó la única ambulancia operativa de ese día. Mientras tanto, del primer accidente quedaba por rescatar una familia de Comodoro Rivadavia había quedado tendida en el suelo, con golpes y a la espera de ser auxiliada. Al menos dos horas permanecieron en la misma posición hasta que pudieron ser trasladados por la ambulancia. Por la noche, en un nuevo accidente con una moto -hecho que desencadenó luego la muerte de Aldo Pil-, la ambulancia también demoró un tiempo considerable. Eso fue lo que provocó la ira del hombre que más tarde murió. Frente a este inexplicable panorama, el director del hospital, Marcos Jáuregui, se enteró al ser consultado por el cronista de este medio, a las 8 de la noche, lo que había pasado al mediodía, lo que revela un tremendo problema de comunicación entre los trabajadores de la guardia y las autoridades hospitalarias. Desde la dirección ayer se justificó que por guardia hay un solo chofer activo y uno pasivo. Y por si algo faltaba, el fin de semana la comisaría perdió dos patrulleros: la Ford Ranger que quedó destruida en el accidente al quedar incrustada bajo un camión y, por otro lado, un móvil que fue incendiado durante la pueblada que se desató en las puertas del hospital tras la muerte de Pil. Quedan ahora sólo dos patrulleros en la Comisaría 13 de esta ciudad.


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