Servicios reducidos en establecimientos cordilleranos
SAN MARTIN Y JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- El paro de 96 horas que se inició ayer en los hospitales neuquinos, se hizo sentir con fuerza en San Martín de los Andes. En Junín de los Andes la medida de fuerza recién comenzará hoy, según resolvió ayer una asamblea de personal.
En el Ramón Carrillo de San Martín se suspendieron las actividades programadas, la atención de pacientes ambulatorios y estudios clínicos, en tanto se redujo al mínimo la prestación en los centros periféricos.
En cambio, como viene siendo la metodología del paro hasta el momento, sí funcionó la guardia de emergencia y la atención del pacientes internados, a la vez que se mantuvo el servicio de visitas médicas en la zona rural.
También estaban activas las ambulancias, en línea con los servicios de emergencia.
El panorama en el céntrico hospital de San Martín era el de un edificio prácticamente desierto, con el personal concentrado en la guardia y el sector de internación. La adhesión a la medida de fuerza en demanda de mejores salarios, se informó, fue casi total.
En cambio, en el hospital de Junín de los Andes hubo actividad normal durante la mañana, ya que la adhesión a la medida de fuerza que se realizará hoy recién fue resuelta en una asamblea de personal, poco después del mediodía. Desde entonces se redujeron las prestaciones a la actividad de las guardias de emergencia y atención de pacientes ya internados.
Conviene recordar el centro de salud funciona por última vez en sus céntricas instalaciones, ya que para fin de mes se espera la inauguración del moderno nosocomio ubicado a unos metros de la ruta 234. Al cierre de este despacho, ni en San Martín ni en Junín de los Andes se informó de derivaciones al sector privado.
En medio del conflicto, el hospital de San Martín vivió un momento feliz, con la donación a la cooperadora de un equipo para electrocardiogramas y un aparato desfibrilador, ambos de última generación, aportados por un médico estadounidense, que visita con frecuencia esta ciudad.
Se trata de Julio Vimo, un especialista en tercera edad que se desempeña en el Medical Building de Massachusetts, quien en una de sus visitas se contactó con el centro de jubilados de San Martín y con la cooperadora del hospital Ramón Carrillo, que precisamente había iniciado gestiones para obtener ese equipamiento.
Nota asociada: Salud: los hospitales deciden si van al diálogo convocado por el gobierno
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