Shannon: la IV Flota «no tiene capacidad ofensiva»
El enviado de EE. UU. se reunió con Cristina y aclaró el fin de la operación militar.
BUENOS AIRES.- El subsecretario para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, Tom Shannon, aseguró ayer que la IV Flota del Comando Sur «no tiene capacidad ofensiva», en una conferencia de prensa luego de reunirse con la presidenta Cristina Kirchner.
«La IV Flota no tiene capacidad ofensiva. No tiene portaaviones ni grandes barcos. El barco más grande es un barco-hospital», explicó Shannon, al tiempo que admitió que Kirchner le había manifestado su preocupación en el encuentro por la reactivación de la flota a partir del 1 de julio.
El funcionario reveló que la mandataria le había consultado además sobre reportes de prensa que señalaban que las naves estadounidenses tendrían intenciones de navegar en «aguas marrones», en relación a ríos internos.
«Le aseguré que la Armada no va a entrar en ningún río, zonas litorales, ni en aguas territoriales», destacó el subsecretario, que inició ayer una visita de dos días a la capital argentina. En una intervención antes de aceptar las preguntas de los periodistas, Shannon abundó en el tema de la reactivación de la Flota que navegará las aguas de América latina y el Caribe y que había operado entre 1943
y 1950. «No se trata de una nueva flota de la Armada de Estados Unidos», dijo el funcionario, que habló en español, y señaló que «es una nueva manera de organizar los barcos que ya existen en el Caribe, el Atlántico y el Pacífico».
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez, habían hecho en la reciente Cumbre del Mercosur y Estados asociados un severo llamado de atención sobre la decisión del mandatario estadounidense, George W Bush en cuanto a la flota.
Shannon indicó que también habló con la mandataria acerca de la situación en la región y afirmó que le había ratificado el compromiso de Washington con la democracia, la justicia social, la lucha contra la pobreza y la integridad territorial con los países de la región. «Tuvimos una conversación muy amistosa, abierta, de confianza. Fue agradable tener la capacidad de demostrar claramente que las relaciones bilaterales se están profundizando de manera importante», dijo. El funcionario cumplió una intensa agenda en el primer día de visita en Buenos Aires, adonde arribó junto al subsecretario del Tesoro para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian O'Neill, y otros altos funcionarios de los departamentos de Estado, Justicia y Defensa, de Ciencia y Tecnología, Control de Aduanas y Servicio de Inmigración, entre otros.
La relación entre Argentina y Estados Unidos sufrió su peor momento un día después de asumir la presidencia Cristina Kirchner en diciembre, cuando la justicia de Miami (Florida) reveló que 800.000 dólares que había intentado ingresar a Buenos Aires un empresario venezolano-estadounidense en agosto del 2007, tenían por objetivo financiar la campaña de la candidata oficialista. La Presidenta respondió en duros términos a la acusación estadounidense y la calificó de «operación basura» para dañar la estrecha relación entre Buenos Aires y Caracas. Otro momento de tensión bilateral se produjo en la Cumbre de las Américas del 2005 en Mar del Plata, cuando Argentina formó un frente con gobiernos del Mercosur y de otras naciones sureñas para rechazar el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que impulsaba Washington. (AFP)
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