Sí, Ramón perdió en casa
<b>La marca de41 partidos sin perder en el Monumental fue destrozada por un práctico Colón.</b>
FBaires
El Sabalero estuvo siempre bien parado, pegó de contragolpe y dejó a River con toda la bronca en su propia cancha.
El dato suena fuerte, más en tiempos de localías endebles: el River de Ramón Díaz no había perdido en el Monumental en los últimos 41 partidos. Es más, la última caída en Núñez con el riojano en el banco de suplentes se había dado el 20 de junio de 1999, contra Racing. Hasta que el domingo 25 de agosto de 2013 apareció Colón, el práctico y ordenado equipo del Yagui Forestello.
El 1-2 final dejó sólo un dato positivo para River: Teófilo Gutiérrez hizo su estreno oficial en la banda, y fue con gol incluido. Claro, demasiado poco para un equipo que tiene aspiraciones de pelear arriba en el torneo Inicial, pero que quedó a cinco puntos de los líderes cuando apenas se jugaron cuatro partidos.
La realidad es que el Millonario manejó la pelota todo el partido. Pero esa hegemonía en la posesión no se convirtió en situaciones de peligro. River quizá mereció mejor suerte porque fue ambicioso, pero se encontró con un rival siempre bien parado y cerrado en defensa, adoctrinado para la batalla y muy inteligente para contragolpear.
Por las bandas, con Vangioni y Carbonero, el equipo de Ramón tuvo buenas insinuaciones, pero no alcanzó. La más clara de la primera parte estuvo en los pies del retornado Rodrigo Mora, pero en el mano a mano estuvo muy ágil Germán Montoya.
El primer tiempo fue todo del local, pero en el complemento increíblemente se desorganizó tácticamente y pagó caro sus desajustes defensivos.
A los dos minutos el local estuvo cerca con un bombazo cruzado de Leonel Vangioni que Montoya sacó al córner, en una de sus muy buenas intervenciones.
Pero en su primera acción de riesgo, Colón golpeó. Fue a los 6 minutos con un buscapié de Lucas Mugni por izquierda que Facundo Curuchet empujó al gol, tras un rebote en Marcelo Barovero.
A partir de entonces el Millonario fue un manojo de nervios, se descompensó totalmente en defensa y en el medio, y en ataque continuó chocando ante el frontón santafesino y pagó caro los espacios que dejó en defensa.
Con este panorama, a los 32, Tito Ramírez empalmó de derecha una pelota y la colocó sobre el palo izquierdo del arco local, para anotar el 2-0. Un golazo.
River sin ideas, pero con empuje, fue a buscar el descuento y lo encontró a los 42, con una definición de Teo Gutiérrez, quien recibió un centro de Osmar Ferreyra desde la izquierda que desvió en el camino con un cabezazo Simeone.
Sobre el final estuvo la polémica de la noche con una mano de Oscar Carniello dentro del área visitante, que el árbitro Fernando Rapallini consideró casual ante la protesta de los jugadores locales y del público.
En definitiva, fue un duro revés de River que deberá serenarse y mejorar futbolísticamente si pretende ser protagonista.
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