Siempre hay tiempo…

Como el saber no ocupa lugar y para estudiar no hay edad, doña Tomasa Collueque quiso aprender a leer y escribir. Y un día, esta abuela mapuche de 82 años, que siempre fue inquieta, sociable y divertida, tomó la decisión de inscribirse en la Escuela de Educación Básica para Adultos N° 8, a la que diariamente concurre con mucha alegría. “Hice de todo en la vida y ahora me gusta estudiar. En la escuela la paso muy bien y aprendo”, cuenta. Tuvo una vida muy sacrificada y difícil y ahora sorprende a compañeros y maestra con frases en lengua mapuche.


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