Los rostros de un viaje casi interminable
Un desperfecto en el Tren Patagónico transformó el trayecto en periplo interminable.
Los rostros de un viaje casi interminable
María Peralta descendió del Tren Patagónico ayer a las 18.30 en Bariloche. Tomó sus bolsos y salió de la estación un poco desconcertada. Las casi 7 horas de retraso del viaje le habían pasado la cuenta en el cuerpo. “Se rompió dos veces el tren”, lamentó la mujer que había subido en Viedma. “Salimos ayer (por el jueves) a las dieciocho y se rompió antes de la estación O´Connor”, contó la mujer delgada y de baja estatura. “Fue un viaje bastante complicado”, señaló. Dijo que sólo les dieron un sándwich en todo el viaje. “Ni agua nos dieron”, sostuvo, indignada. “Decí que no hacía frío”, indicó mientras intentaba hallar un taxi o un remís para trasladarse hasta el domicilio de sus familiares en la zona del Alto de Bariloche. “No avisé nada a qué hora llegaba. Sólo les dije que estaba atrasado el tren”, contó.
“Un viaje horrible”, resumió, agotada, María Cristina Gutiérrez mientras esperaba que su hermana la fuera a buscar. Relató que el tren emprendió el viaje el jueves a las 18. “Salió de Viedma puntual. Los vagones llenos y todos contentos porque había salido a horario”, contó.
Indicó que la formación se rompió antes de arribar a la estación Vicealmirante Eduardo O´Connor, distante a unos 70 kilómetros de la capital provincial. “No había señal de celular ni otra forma de comunicarse y el guarda se fue caminando hasta la estación O´Connor”, comentó. Dijo que estuvieron en ese punto desde las 19.40 hasta la medianoche. María Cristina señaló que el personal logró poner en marcha el tren y ayer a las 3.30 arribaron a San Antonio Oeste. “Salimos de San Antonio a las 5 y se volvió a romper pasando Valcheta”, afirmó, molesta. Indicó que estuvieron entre 30 y 40 minutos en Ingeniero Jacobacci. Después, siguieron viaje hasta Bariloche. Estaba previsto que el tren tenía que llegar ayer al mediodía a esta ciudad. “¡Sólo me quería bajar. Veinticuatro horas arriba del tren no doy más!”, expresó, resignada, antes de estrecharse en un fuerte abrazo con su hermana, que había llegado a buscarla a la estación.
Aurelio “Vasco” Sarries subió en la madrugada de ayer en Maquinchao, con la expectativa de llegar a Bariloche ayer al mediodía. El viaje de casi 300 kilómetros se hizo eterno para Sarries, autor del libro: “Las Razones de un ignorante”. “Vengo a visitar a los hijos y a los nietos”, expresó el hombre de frondosa barba canosa. “Los caminos están destrozados así que queda otra opción que viajar en tren”, explicó, con rostro cansado.
Siete horas de demora para el tren por un desperfecto
El tren que debía llegar a Bariloche este viernes al mediodía llegará con siete horas de demora.
La formación que transporta a 170 pasajeros partió ayer a las 18 horas de Viedma pero a unos pocos kilómetros, sufrió una avería. Con varias horas de demora, los pasajeros lograron continuar el viaje y se estima el arribo del tren a Bariloche alrededor de las 18 horas, 24 horas después de la salida.
El presidente de Tren Patagónico, Jorge Maljasián, confirmó que “saliendo de Viedma, a unos 76 kilómetros, se registraron problemas con la bomba de combustible y debieron trasladar hasta el lugar, una máquina de San Antonio Oeste”.
“Hablamos de grandes distancias. Yo cierto es que si bien son vehículos con algunos años, este tipo de inconvenientes se puede registrar también en máquinas nuevas”, dijo Maljasián.
Pese a las altas temperaturas (Ingeniero Jacobacci registra 29 grados), el titular del Tren Patagónico aseguró que los pasajeros se encuentran en perfecto estado.
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